La EMA y los trombos

La agencia ha dejado la aplicación de medidas en manos de los 27 estados socios de la UE, aunque les ha pedido unidad de acción, con el fin de no crear más recelos entre la población, aunque no parece que esa coordinación vaya a tener lugar, al menos por el momento. La estrategia de comunicación de la EMA en este caso no ha contribuido a mejorar la confianza, con declaraciones contradictorias de distintos estamentos, cuando resultaba más necesario mantener la calma, ser transparente e intentar ofrecer mensajes claros y directos.

El informe de la EMA es el resultado de una investigación en profundidad de 86 casos de trombos reportados por las autoridades nacionales de la UE hasta el 22 de marzo. Con posterioridad a esa fecha, los países siguieron llevando casos a la EMA, de modo que hasta el 4 de abril pasado se habían registrado 222 casos en toda la Unión, habiendo sido vacunadas hasta esa fecha, con el fármaco de AstraZeneca, 34 millones de personas en los países del Espacio Económico Europeo y el Reino Unido. Con una sencilla división, se constata que el riesgo de sufrir trombos está bastante por debajo de 1 por cada 100.000 personas vacunadas.

Como dice el informe, no se puede descartar que exista una conexión entre la vacunación y los trombos, pero en las cifras que nos movemos, es imposible asegurar que exista por el mero hecho de que un suceso sea posterior al otro. Los cambios de criterio que puedan adoptar los países supondrán nuevos ajustes en una campaña de vacunación europea que empezaba a cobrar ritmo. A pesar de que el último dato arrojaba que solo el 6,4% de la población europea había recibido la pauta completa de inmunización, desde la Comisión se baraja mediados de julio como la fecha en la que el 70% de la población adulta podría estar vacunada, si se cumplen a rajatabla las entregas.

Mientras se siguen investigando los efectos secundarios de la vacuna, la EMA, empleando la máxima prudencia, incide en la elevada efectividad de la vacuna, respalda el uso de un medicamento que ha demostrado altamente eficaz evitando la enfermedad, la hospitalización y la mortalidad, y recuerda que el riesgo de mortalidad por la covid-19 es mucho mayor que la debida a estos efectos secundarios muy raros.

A modo de resumen, dado que no se puede escoger la vacuna, y que tampoco le pueden obligar a vacunarse, llegado el caso se trata de arriesgarse a ser contagiado por la enfermedad, con una posibilidad entre 100 de morir, o de vacunarse con AstraZeneca y tener una posibilidad entre 100.000 de padecer trombos, ustedes deciden.