Túnel del tren de Pombo (1892)

Lo que no se acaba de entender es la oscura razón por la cual el Ayuntamiento no ha colocado todavía, en cartela a juego y a gran tamaño, las octavas reales de Linazasoro, como oportunamente me permití sugerir antes de que se reabriera el túnel, allá por el veinticuatro de abril del pasado ejercicio.

Decía entonces que en la boca occidental, marinera y de tapeo, el Ayuntamiento haría bien grabando en cerámica, piedra, bronce, aluminio o mismo en metacrilato las octavas reales de Marcos Linazasoro intituladas «Tranvía a vapor al Sardinero. Crónica general». En 47 octavas plenas de gracia y donaire, compostura y galanura, tan ilustrado y festivo autor popularizó la historia del tren de Pombo. La composición poética fue publicada por 'La Voz Montañesa', San Francisco, 19, principal, en el año de gracia de 1892.

Que una institución pública haga caso al ciudadano colaborador espontáneo es más difícil que San Juan baje el dedo en su hornacina. Una pena. Porque no pocos de quienes cruzan el túnel, al paso o en bici, se detendrían ante las octavas reales de Linazasoro y las leerían con sumo regozo. Para ilustrarse en cuanto las mismas tienen de históricas, testimonio de un tiempo largamente centenario, y para recrearse en cuanto tienen de resaladas; populares y cultas, a la vez.

Como comprobará quien tenga acceso a la publicación de las mismas que Editorial Tantín muy oportunamente ha realizado sobre firme papel tono garbanzo. Con mi felicitación a José Luis y Sonsoles, responsables de indicada editorial, vaya mi recomendación al común ciudadano de hacerse pronto con un ejemplar. Antes de que se agote.