Una universidad comprometida

Entre los desafíos que la UC debe afrontar en los próximos años, el fundamental es seguir desarrollando su doble perfil: continuar impartiendo una formación de calidad, con la suficiente flexibilidad para que se adapte de forma rápida a las demandas de una sociedad cada vez más cambiante; y, a la vez, mantener y reforzar su posición en investigación e innovación, absolutamente puntera en el escenario nacional y referente mundial en algunas áreas. Pero nada de eso se puede hacer sin estar en un contacto más estrecho con la sociedad: necesitamos ser cada más activos en el acercamiento al sector empresarial, poniendo a su servicio nuestros resultados de investigación y garantizando a nuestro entorno que la formación que recibe el estudiantado está cada vez más en sintonía con sus necesidades y la empleabilidad. Por otra parte, en los próximos años nuestra universidad, que es pública, debe ocuparse en intensificar la educación en valores como la igualdad, la responsabilidad social, y la sostenibilidad.

Este 2020 nos deja una durísima pandemia, que nos ha recordado de forma muy dolorosa la necesidad de avanzar de forma decidida en el desarrollo de la enseñanza a distancia; pero también nos ha traído una noticia muy positiva: la selección por parte de la Unión Europea del consorcio Eunice -en el que participamos junto con otras seis universidades de diferentes países- como una de las «universidades europeas» que están llamadas a ser pioneras en la definición de un nuevo concepto de universidad en nuestro continente. Desarrollar plenamente este potencial de europeización marcará sin duda el perfil futuro de la UC.

Para poder desarrollar todos estos retos, necesitamos definir con el Gobierno de Cantabria un marco de financiación acorde con su magnitud: un contrato-programa que perfile bien cómo será la UC del futuro. Una UC aún más enraizada en la sociedad que le da sentido, plenamente digitalizada y desarrollando toda su actividad en un entorno de alta competición internacional. Para vencer estos desafíos, es importante que toda la comunidad universitaria participe de forma masiva en las elecciones; que avale con su voto un programa de modernización de la universidad pública de Cantabria, el programa que quiero desarrollar en el próximo cuatrienio, en el que, además, la institución cumplirá 50 años. Necesito el voto de todos para que la UC sea cada vez mejor; para que sea, cada vez más, una excelente embajadora de Cantabria en el mundo.