Leí en la prensa vasca titulares convergentes que me dejaron con cierta preocupación. Todos se hacían eco del informe especial del Tribunal de Cuentas Europeo, con sede en Luxemburgo, sobre el ritmo de ejecución de las megaestructuras de transporte, en sigla las IET. Los auditores ... juzgan probable que seis de las ocho analizadas no estén plenamente operativas para 2030, es decir, dentro de diez años. Hay incrementos de costes y una general ralentización de los calendarios. Por tanto, el Tribunal muestra su absoluto escepticismo y reclama a la Comisión Europea que espabile.
Entre los proyectos examinados se encuentra la 'Y' vasca de ferrocarril de alta velocidad y su enlace en Hendaya con una línea mejorada entre la frontera y Burdeos. El Tribunal señala que las infraestructuras que acumulan más retraso respecto de las previsiones iniciales son el canal Sena-Norte de Europa (18 años de demora), la conexión transalpina Lyon-Turín (15 años), y la 'Y' vasca (13 años). La estructura vasca y su enlace con Francia se estimaron inicialmente en unos 4.500 millones de euros, pero ahora el cálculo es un encarecimiento del 40%, para llegar a 6.500 millones. La parte francesa ni siquiera está planificada, y de ahí que los auditores europeos concluyan que la «entrada en funcionamiento de la Y vasca a plena capacidad», citamos literalmente de la página 42 del informe, «se retrasará al menos 29 años».
Aquí hemos de recordar que ya habido mucha obra en ese proyecto, que no parte de cero precisamente, y que los sucesivos gobiernos vascos han tenido mano en Madrid a la hora de negociar con el Gobierno central.
Renunciar a la línea a Reinosa y Palencia en un supuesto canje por el Santander-Bilbao llevaría a no tener ninguna de las dos en los próximos 30 años
Si ahora trasladamos el pensamiento a nuestra prometida conexión con esa 'Y', lo que encontramos es la 'X' cántabra, la incógnita sobre la infraestructura. Aún se halla en estudio su posible trazado y características. Después habrá que optar por una variante, someterla a impacto ambiental, superar los muchos pleitos que con tal motivo suelen darse, licitar el proyecto constructivo, después con este proyecto licitar y adjudicar las obras de los diversos tramos (y que no haya litigio sobre estas adjudicaciones), asegurar dinero en presupuestos sucesivos para que puedan ejecutarse en calendarios no escurialenses, y luego que no surjan percances como los que han ocurrido en Pajares con la línea ferroviaria León-Asturias y han supuesto multiplicar el gasto y los meses de ejecución. Es decir, la 'X' global resulta de la suma de muchas otras equis, que podríamos enumerar y darían lugar a una lista verdaderamente larga.
Cuando las barbas del vecino veas pelar... En realidad, esto tiene una lectura positiva: la línea hacia Bilbao y Francia es algo de tan larguísimo plazo, que es imposible que entre en colisión con la mejora del ferrocarril con la Meseta, ejecutable mucho antes y que nos enlazará ya a una red transeuropea de transporte (y concuerda con lo pretendido para La Pasiega). El informe del Tribunal de Cuentas de la Unión Europea no sólo nos invita al realismo en la expectativa, sino que además nos ilustra para no contraponer dos obras que es muy difícil que coincidan en el tiempo.
Por el contrario, renunciar a la línea a Reinosa y Palencia en un supuesto canje por el Santander-Bilbao llevaría a no tener ninguna de las dos en los próximos 30 años. No parece un buen plan.
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