La venganza de Luis Enrique
MI SAQUE DE ESQUINA ·
El actual seleccionador fue el protagonista del partido ante Italia del Mundial de EE UUSecciones
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MI SAQUE DE ESQUINA ·
El actual seleccionador fue el protagonista del partido ante Italia del Mundial de EE UULa venganza siempre tiene hambre. Es un apetito que no es capaz de borrar la ofensa que se repite con su recuerdo. Y es verdad, porque a mí casi me sangra la nariz cuando la selección española disputa un partido contra la italiana y ... me viene a la memoria aquel Mundial de Estados Unidos de 1994, y aquellos cuartos de final donde el equipo estuvo a punto de colarse en las semifinales, lo que hubiera sido toda una proeza para el fútbol español de la época.
Por allí andaba Luis Enrique, el actual seleccionador, que fue uno de los elegidos por Javier Clemente con su sello inconfundible, hombres correosos, con coraje y temperamento, no exentos de técnica, pero sin florituras con las que mirarse al espejo. Acaso por eso fue muy polémica la decisión de no contar con el talento de Míchel que sin embargo sí viajó fichado por TVE para comentar los partidos.
Después de una agónica clasificación lograda en el último partido contra Dinamarca, la selección viajó a Estados Unidos para integrarse en un grupo con Alemania, Corea del Sur y Bolivia. Fue una decepción empatar en Dallas contra los coreanos (2-2), pero también fue un alivio, porque los asiáticos imprimieron una vivacidad a su juego que causó estragos, como la expulsión de Nadal antes de cumplirse la media hora de partido al derribar a un rival cuando se iba a presentar solo ante el meta Cañizares. Mucho mejor fue el partido contra Alemania disputado en Chicago. Se adelantó España con un centro de Goikoetxea que buscaba la cabeza de Julio Salinas, pero que se envenenó colándose en la portería de Illgner. El empate final (1-1) dejó al menos una buena impresión ante las varias oportunidades de gol protagonizadas por Hierro, Caminero y Julio Salinas. Finalmente, la clasificación para los octavos de final se obtuvo derrotando a Bolivia (3-1).
Los octavos de final emparejaron a España y Suiza. El partido no fue tan igualado como el del viernes pasado en San Petersburgo. España ganó 3-0 con goles de Hierro, Luis Enrique y Begiristain de penalti.
Italia, que se había clasificado como uno de los mejores terceros de grupo, eliminó en octavos a Nigeria con prórroga y por los pelos, convirtiéndose en el rival de España en los cuartos de final. El partido se disputó en Boston el 9 de julio de 1994 y Clemente alineó a Zubizarreta, Nadal, Ferrer, Abelardo, Alkorta, Sergi (Julio Salinas), Goikoetxea, Otero, Bakero (Hierro), Caminero y Luis Enrique. Los italianos dominaron en la primera parte con un juego lento que tuvo como fruto el gol de Dino Baggio con un remate lejano que sorprendió a Zubizarreta. Pero tras el descanso todo cambió. España encerró a su rival y le sometió a una intensa presión. Un remate de Caminero a pase de Sergi supuso el empate a uno. Luego la salida de Salinas y Hierro proporcionó un carácter más ofensivo al equipo de Clemente, aunque Italia tuvo una excelente ocasión con un remate de Berti que salvó Zubizarreta. Una de las jugadas claves fue el clamoroso fallo de Julio Salinas, que ante la salida del meta Pagliuca se arrugó fallando la más clara oportunidad. Aquello pudo cambiar el signo del partido, pero lo que son las cosas del fútbol, instantes después el que no se aturdió fue Roberto Baggio, con su coleta al aire, que aprovechó un pase en profundidad de Signore y ante el doble error de Abelardo y Zubizarreta, marcó el 2-1.
Quizás en aquel momento, cuando faltaban dos minutos para llegar al final, sentí que la derrota era demasiado pesada para el conjunto español y sus ilusionados seguidores, pero nunca imaginé que tres minutos después me aplastaría como si un edificio se me cayera encima. El equipo de Clemente buscaba con desesperación el empate. Un centro de Goikoetxea al área desde el extremo derecho voló al segundo palo buscando la llegada de Luis Enrique, pero su marcador, Mauro Tassotti, le paró con un codazo que le rompió la nariz. La imagen del rostro ensangrentado del jugador asturiano implorando justicia empañó la despedida española de aquel Mundial dejando una amarga sensación.
Tassotti fue castigado con ocho partidos y no pudo jugar ni la semifinal ni la final que disputaría su equipo. No existía el VAR, así que no se pitó el penalti con el que España hubiera podido cambiar el destino de aquel campeonato, aunque fue la primera vez que se utilizó la televisión en un Mundial para revisar la jugada y sancionar una infracción. Pero aquel castigo no ha saciado el hambre de la venganza que hoy tiene cita en una cena de emociones. Tassotti, miembro del equipo técnico de Ucrania que lidera Andriy Shevchenko, no estará con Italia en este banquete donde tras 27 años los platos se servirán bien fríos.
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