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Venirse medio arriba

CANTABRIA POSITIVA ·

Los datos de investigación y desarrollo de Cantabria siguen sin mostrar un rumbo claro, en una faceta clave para la región

Lunes, 9 de mayo 2022, 07:25

El viernes nuestra autoridad competente estadística tuvo a bien actualizar los datos de investigación y desarrollo cántabros (I+D) a lo que venía indicando el INE en el ámbito de España. Resumiré la historia. Debido al covid, el valor de la producción anual cántabra en 2020 cayó en 1.300 millones de euros respecto de 2019. Por eso, aunque el gasto en I+D cántabra subió solo un millón de euros (un parco 0,8%), de repente su peso sobre el PIB dio un saltito y, con 120 millones, se colocó en un 0,93%. Con ello igualó el dato de 2013 y superó a todos los de los años posteriores a este.

Este avance apenas se debe al aumento en el esfuerzo investigador, sino sencillamente a que la otra parte de la comparación, la economía, se había desplomado. En el conjunto hombre-triciclo, el hombre representa más que en el conjunto hombre-tractor, aun siendo el mismo hombre. Cuando el PIB se recupere, es posible que nuestro indicador fundamental sobre si vamos a ser una región de conocimiento, tecnológica e innovadora retorne a la discreción. Nunca hemos vuelto a aproximarnos a aquel 1,24% de 2010, el año del «hala, José Luis, que tú puedes».

Suponiendo un PIB de unos 15.000 millones para fechas no muy futuras, un 3% en I+D sumaría 450 millones. Y si ahora andamos por los 120, está claro que nos queda mucha mili. Un objetivo más prudente, y aun así ambicioso, sería un 1,5%, es decir, 225 millones.

En 2020 había casi 2.000 empleos equivalentes a jornada completa en estas actividades. Cumpliendo la meta que propongo, podrían convertirse en más de 3.500 empleos de cualificación alta y vinculados a industrias y servicios de vanguardia de una u otra manera. Esto de la 'manera' hay que explicarlo: casi dos tercios del personal de I+D están en enseñanza superior o administraciones públicas, por lo que la innovación exige fluidez en las transferencias de los resultados científicos. En cuanto a la investigación básica, su aspecto práctico es que se convierte en un subsector económico particular. Mejor venirse medio arriba que caerse desde arriba del todo.

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