Veraneo y retorno

De ahí que, en relación con el retorno, no me pasó desapercibida la noticia publicada el pasado jueves en El Diario referente a que «tras la temporada estival» y para defender la dignidad de las pensiones públicas, «los pensionistas de Torrelavega retomarán las movilizaciones todos los lunes en el Bulevar». Problema complejo el de la Caja de Pensiones con trascendencia más allá de los límites locales. ¿Acaso vemos una política de austeridad en las arcas de la Administración? Ni a nivel autonómico ni estatal; al contrario, aumenta el número de funcionarios, e incrementan sueldos y dietas, además de otras prebendas en múltiples cargos y comisiones de la vida pública. Entre las diez Autonomías en que ha bajado el poder adquisitivo está Cantabria. Y si la situación en España analizada por Adecco confirma que el salario medio real descendió anualmente para cada trabajador 133 euros respecto a 2017, ¿qué van a decir los pensionistas si sus pensiones mantienen una subida del 0,25% anual?

Como profanos en economía nos cuesta entender muchas cosas. Tal como lo cuentan ha sido un gran logro para la Justicia y la Administración haber derribado en 2016 las 214 viviendas del Alto del Cuco y restaurar la zona –otro retorno– de matorrales y árboles autóctonos. ¿Eran ilegales después de haber sido autorizadas? ¿Esto es un éxito o revela el gran fracaso administrativo?

En España hay más huelgas en 2019. Con este panorama no va a ser fácil aumentar el número de empresas y de negocios. Ya nos parece un triunfo elaborar proyectos y presentar infografías, pero hoy no hablaremos de trenes ni de vías; todavía tenemos muchos años por delante. Una vez más, los Baños de Ola de julio en Santander lucieron las mejores galas de seda, encajes, miriñaques, sombrillas y vistosos atuendos. ¿Y el año que viene? Mucho me temo que tendremos aún más pantalones cortos –añorando la OJE– y camisetas de tirantes, más tangas y chanclas. Lo que veamos.