Borrar

Los verdaderos meones no son los de la fuente

Hay gente que, como los perros, mea en los árboles y farolas por hábito o por falta de urinarios

Viernes, 27 de agosto 2021, 07:28

Tres años atrás. Se juega un Racing-Gimnástica, el último por ahora, y decido acudir al estadio después de una prolongada ausencia. Evito conducir si ... no es imprescindible, por lo que subo a un autobús en Correos. Aunque faltan dos días para el partido, me acerco con tiempo a la taquilla de El Sardinero con el fin de adquirir la mejor localidad posible. Comienza a anochecer, el autobús va semivacío, y un joven, enemigo declarado del jabón y el desodorante, está de pie y habla solo y en voz alta. Tiene una melopea de cuidado, pero no se mete con nadie. Los viajeros, apenas una decena, le oímos sin curiosidad y sin remedio hasta que pulsa todos los timbres. «¡Joder, me meo! Si la siguiente parada no es la mía, me meo aquí mismo». El autobús se detiene. «¡Coño, si tampoco es esta!». El tío se agarra el paquete. «¡Me meo, me meo!». Nueva parada, cruza las piernas y baja como puede. Logra no mear en el autobús. Por los pelos.

Este contenido es exclusivo para suscriptores

Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios

eldiariomontanes Los verdaderos meones no son los de la fuente