verde pistacho

¿Cómo se nos ve en el mapa? Compartimos estatus con regiones de problemática transformación industrial, como las del norte de Inglaterra, o con Lieja en Bélgica. También con regiones italianas adriáticas; con Chipre, con Bohemia central alrededor de Praga; con zonas excomunistas de Alemania, como Mecklemburgo-Antepomerania; las zonas de Finlandia que, fronterizas con Rusia, se extienden hacia el círculo polar. Asimismo, el norte y el oeste de la isla de Irlanda, el Algarve portugués, y regiones francesas como Nord-Pas de Calais, Córcega, Centro-Val de Loire, Borgoña o Poitou-Charentes.

Hay claras zonas situadas entre veinte y diez puntos bajo la media europea. El noroeste español; los ingleses del centro y el norte; periferia septentrional francesa; áreas centroeuropeas al este del antiguo Telón de Acero. Sí, somos como una especie de región postcomunista si solo nos fijamos en esta foto de unidades de poder adquisitivo. En realidad, no tiene una interpretación política, sino económica: modelos industriales que funcionaban en 1960-1990, tanto en los países capitalistas como en los de 'socialismo real', dejaron de hacerlo por la globalización mercantil y las innovaciones técnicas, y la recesión de 2008 vino a recordárselo a una serie de territorios.

Convertir el color verde pistacho de Eurostat (regiones entre el 77% y el 91% del promedio UE-28) en un tono más oscuro (las zonas entre 91% y 115%) debe ser la meta de la estrategia de desarrollo regional cántabro. La ventaja es que no estamos muy lejos de esas oscuridades geoeconómicas al norte y sur de los Pirineos. La desventaja es que hemos perdido mucho tiempo de reacción. Haberse apartado de Castilla para verse ahora por debajo de ella en PIB per cápita reconcome un poco, la verdad. Parece que hay algo que deberíamos estar haciendo mucho mejor. A ver si hablamos de ello, al menos con la excusa de que hay elecciones.