Secciones
Servicios
Destacamos
Me ha llamado la atención por su realismo el reportaje recientemente publicado en este periódico sobre el declive imparable del sector primario de la región, con atención especial al sector lechero. Entiendo que lo que tenemos encima es sumamente grave y reclama acciones de mayor ... envergadura y pegadas al terreno, más proactivas cerca de las explotaciones, si se quiere evitar la sangría que sufre el sector.
Habiendo sido Cantabria protagonista principal en el escenario nacional durante buena parte del siglo XX en materia de leche de vaca (frisonización, producción, mercado de vacas lecheras, industrialización), ahora representamos tan poca cosa que ya ni se nos cita como potencia lechera, como antes.
Allá por los Noventa me permití afirmar que «la agricultura de Cantabria era la ganadería, específicamente de vacuno, y en concreto de vacuno de leche» y que era poco probable un cambio de orientación productiva hacia la carne de vacuno, que finalmente se ha producido y hoy florece. Reconozco que me equivoqué. Ahora podemos preguntarnos si estamos camino de la irrelevancia.
Quiero exponer aquí los argumentos que justifican ese camino en el marco del país recurriendo a un sucinto análisis de los factores clave del problema. Utilizo datos sobre censos de ganado vacuno, número de vacas (lecheras y nodrizas), número de explotaciones y producción de leche entregada a primeros compradores. Para mí, los censos agrarios de 1999, 2009 y 2019, fiables, muestran un deterioro fuerte. Ascendía el número de bovinos en 1999 a más de 340.000 reses; cayó ya en 2009 a 275.000; hasta 2019 se mantuvo, pero apuntando descenso el año censal. Los datos de las encuestas de noviembre de cada año (MAPA) indican lo mismo, pero menos significativamente. La población de vacas de más de dos años, que nos asegura la producción de leche y carne, disminuyó entre 1999 y 2019 de 180.000 a 137.000; las vacas lecheras se redujeron de 111.000 a 53.000, la mitad, mientras las de carne crecieron de 69.000 a 84.000; esta última cifra ha crecido hasta 107.408 a diciembre de 2023 (MAPA). La evolución explica el desplazamiento de la leche por la carne. AFCA puede documentar cómo le afecta este cuadro y el Mercado de Ganados de Torrelavega acreditar en qué ha quedado su comercio de vacas lecheras y qué es lo que se vende ahora.
El número de explotaciones ha caído brutalmente en el tiempo, merced a una reestructuración implacable. Si nos remitimos al período de cuotas entre 1993 y 2015, con 8.029 y 1.461 explotaciones respectivamente, abandonaron 6.612. Desde la supresión de las cuotas en 2015 hasta hoy (septiembre 2024) cesaron en su actividad 663, ya que actualmente operan 798, con la previsión a medio plazo, hacia 2030, de que permanezcan en torno a 500. Demasiados abandonos hemos dejado correr. Entre tanto, el número de explotaciones dedicadas a carne de vacuno en Cantabria sube hasta las 5.561 al principio de 2024 (MAPA), ratificando el desvío de orientación productiva apuntado más arriba.
Respecto a la producción de venta de leche a compradores, hay que hacer el mismo distingo, separar la recogida de leche antes y después de 2015. El primer indicio de disminución sensible fue el del período de cuotas 2005/2006; en ese período Cantabria ya comienza a perder recogida de leche. Deja atrás los 500 millones de kilos, se estabiliza en los 400-450 hasta 2014 y en 2023 cae de los 400.
Desde el punto de vista estructural, entre 2015 y 2023 es notable el incremento del número de explotaciones que entregan 500.000 litros o más a primeros compradores (el destino final es industrial). Supone 25,1% del total de explotaciones, que ya suman casi el 66% de toda la recogida. Las explotaciones que producen menos de 500.000 l tienden a abandonar por falta de rentabilidad y demás factores (falta de relevo generacional, dificultades en la contratación de trabajadores, inflación y alto precio del dinero para invertir, pérdidas por infecciones, como 'lengua azul' y EHE). La falta de relevo generacional también alcanza a esas grandes.
La producción entregada a primeros compradores antes y después de la eliminación de las cuotas lecheras, respaldan el hecho de que las entregas de leche han ido a menos tanto antes de la supresión de las cuotas como después. La tendencia en el antes y en el después es semejante, luego Cantabria no ha contribuido al aumento de la recogida de leche que se ha producido en España a partir del 1º de abril de 2015 (+8%), oportunidad que han aprovechado otras regiones, como Galicia, líder de la producción de leche española. Las previsiones de entregas de leche a primeros compradores en 2024 en Cantabria van a seguir en la misma dirección que en 2023: de enero a septiembre las entregas de leche mensuales son todas inferiores a las del año anterior, excepto febrero (por tener el año un día más). Menos vacas en menos explotaciones no pueden tener otro efecto, ciertamente este año con la ayuda de la EHE. No en vano la directora de la fábrica de la Penilla (Nestlé) ha dicho en Cantabria Económica: «No hemos llegado al punto de no tener leche, pero es una preocupación».
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Estos son los mejores colegios de Valladolid
El Norte de Castilla
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.