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En realidad se llamaba Arianne y jamás atracó una farmacia. Su padre trabajaba como director en un hotel de Logroño situado en la calle Portales y su madre hacía horas extra en una conocida bodega a pocos kilómetros de allí. Ella era la princesa de ... la boca de fresa y quien tenía esa forma de hacerle daño. Conoció a Joaquín Sabina cuando este todavía frecuentaba los pequeños locales de ensayo donde entre whisky, nicotina y algún que otro vicio inconfesable curtió esa inconfundible voz.

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