Vivienda: ¿vendes o compras?

Sin un oráculo infalible, las tendencias indican que los precios seguirán bajando y, al igual que sucede con el cine, existen tres estrategias. Una, retrasar decisiones como los estrenos de películas esperando tiempos mejores. Dos, cambiar canales de distribución en el mercado, como esas películas estrenadas bajo demanda. Tres, hacer oídos sordos y salir tal cual al mercado. Si la paciencia que tiene la oferta la tiene la demanda esperando a que el precio baje entonces el sector inmobiliario tardará en arrancar, pero hasta ahora siempre que hay recesión hay abaratamiento de los pisos. Otros factores (preferencia del teletrabajo, espacios abiertos o caída de precios del alquiler más allá de «cláusulas covid») aventuran que los efectos serán distintos según municipios y tipos de inmuebles además de la menor renta disponible por hogar. Haciendo números tenemos por delante un reto social enorme. Vigilar precios o amoldar locales en bajos para ser viviendas no es suficiente. Hay que aplicar soluciones elásticas, a semejanza de las laborales. Inquilinos y propietarios han de tener puntos de entendimiento con nuevas fórmulas contractuales y rentas.