A vueltas con el patrimonio inmaterial

El artículo 11 define los órganos asesores y la creación de diferentes Comisiones Técnicas que fueron desarrolladas por el Decreto 7/2000 de 2 de marzo. Al Patrimonio Etnográfico le corresponde la Comisión Técnica de Patrimonio Etnográfico y Paisaje. Han pasado 21 largos años desde la entrada en vigor de la Ley de Patrimonio Cultural de Cantabria y en este intervalo se han realizado publicaciones muy importantes tanto de libros como de vídeos, documentales, trabajos de campo, CDs y tesis doctorales, que tratan de temas relacionados con el Patrimonio Inmaterial.

Hay escuelas de folklore en los ayuntamientos más poblados de la región. La Universidad de Cantabria se ha hecho eco de este patrimonio y ha organizado cuatro cursos de verano en Torrelavega. El Museo Etnográfico de Cantabria ha programado cursos y encuentros sobre Patrimonio Inmaterial. La Consejería de Educación ha incluido como materia de libre configuración en tercer Curso de Educación Secundaria Obligatoria la asignatura de Patrimonio.

En 2015 se declararon Bienes de Interés Cultural Inmaterial al juego de los bolos, música y tañido del rabel, las marzas, nueve danzas de Cantabria, y como Bien de Interés Local el Palo Pasiego y sus modalidades. También se declaró como Bien de Interés Local la Trova Montañesa en 2019.

Durante este tiempo ha sucedido algo determinante a nivel legislativo que es la ratificación por España el 25/10/2006 de la Convención para la Salvaguardia del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Unesco realizada en París el 17 de octubre de 2003. La entrada en vigor se produjo el 25 de enero de 2007. Desde esta misma fecha lo más operativo y razonable hubiera sido iniciar la modificación de la Ley de Patrimonio de Cantabria en los términos de la Convención y dedicar una Comisión Técnica y un Registro exclusivo para el Patrimonio Inmaterial.

La Convención resalta con muy buen criterio la participación lo más amplia posible de las comunidades, grupos y organizaciones no gubernamentales que mantienen y transmiten este patrimonio.

Sigue habiendo una dinámica cultural de considerar este patrimonio como un patrimonio menor y no se acaba de darle la importancia que tiene. Nuestra Comunidad tiene un amplio Patrimonio Inmaterial que en la actualidad se halla disperso en diferentes archivos. Se necesita ordenar toda esta dispersión y centralizarla en un único Archivo Sonoro y Audiovisual de Cantabria de fácil acceso para el público, profesores e investigadores, además de centralizar la información de todo lo publicado hasta ahora.

Quiero resaltar tres bases de datos ajenas a Cantabria que contienen información de nuestro Patrimonio Inmaterial. El Fondo de Música Tradicional de la Institución Milá y Fontanals del CSIC, que se presentó el 14 de febrero de 2017 en la Biblioteca Nacional de España, el Romancero Panhispánico y la Fundación Joaquín Díaz.

El primero de ellos conserva más de 20.000 melodías de tradición oral que fueron recogidas en 'papel' por toda España entre 1944 y 1960 a través de 65 misiones folklóricas y 62 cuadernos presentados a los concursos organizados por la Sección de Folklore del antiguo Instituto Español de Musicología del CSIC. A este fondo se han ido incorporando algunos archivos de audio y vídeo, entre los que están 221 vídeos de danzas españolas filmadas por el noticiario NODO entre 1956 y 1976, las grabaciones de audio del investigador canadiense Alan Lómax realizadas entre 1952 y 1953 o la recopilación que realizó en los años 30 Kurt-Schlinder.

En el Romancero Panhispánico están recogidos los romances correspondientes a la tradición oral de la Península Ibérica y a los territorios de Ultramar de habla portuguesa o española, además de los romances de los judíos sefarditas esparcidos por todo el mundo. En esta recopilación romancística hay 581 versiones de romances recogidas en Cantabria. La Fundación Joaquín Díaz también ha volcado cerca de 22.000 registros en la red, fundamentalmente de Castilla y León (destacando Valladolid) donde hay datos de informantes procedentes de Cantabria. Según palabras de Joaquín Díaz: «Lo que la gente me regaló no tiene sentido ponerle objeciones a su divulgación. Estas tres bases de datos son una muestra del signo de los tiempos». Se debe poner a disposición del gran público y de los investigadores el Patrimonio Inmaterial. Dentro de Cantabria hay que agradecer al Centro de Estudios Montañeses la digitalización y acceso en su portal de internet a sus publicaciones.

No quisiera acabar este artículo sin citar un tesoro que se resiste a ser compartido y que inexplicablemente está secuestrado desde antes de la publicación de la Ley de Patrimonio Cultural de Cantabria. No es otro que el Archivo de Radiotelevisión Española en Cantabria. Es un lamento de todos los que amamos este aspecto del patrimonio y un clamor para que se ordene y ponga a disposición del pueblo de Cantabria. Sería la prueba del algodón que evidenciaría que la defensa del Patrimonio Inmaterial representa algo para la sociedad cántabra. Que se empezara, desde ya, a poner los instrumentos necesarios para la ordenación, digitalización y traslado a la red de todo este patrimonio que tenemos secuestrado. La Universidad, el Parlamento y el Gobierno de Cantabria, junto a Radiotelevisión Española, tienen en sus manos la posibilidad de que los cántabros lo disfrutemos como se merece.