Zuloaga busca la difícil unidad socialista
ANÁLISIS ·
Intenta recuperar a los alcaldes que en su día apoyaron a Díaz Tezanos, mientras el núcleo duro del sector crítico evalúa sus fuerzas en la batalla menor de los delegados al Congreso FederalSecciones
Servicios
Destacamos
ANÁLISIS ·
Intenta recuperar a los alcaldes que en su día apoyaron a Díaz Tezanos, mientras el núcleo duro del sector crítico evalúa sus fuerzas en la batalla menor de los delegados al Congreso FederalLos tres últimos líderes del PSOE de Cantabria, Dolores Gorostiaga, Eva Díaz Tezanos y Pablo Zuloaga, estuvieron juntos en el Parlamento en la presentación del ... libro 'Jaime Blanco. In memoriam', un homenaje al refundador del partido y secretario general durante 25 años. Era una imagen reconfortante de la unidad de los socialistas cántabros que Blanco postuló durante muchos años, pero más bien ficticia porque en esas mismas horas ya se preparaba una nueva batalla interna, una de tantas que han agitado la historia del PSOE.
El hito marcado en rojo en el calendario de los socialistas cántabros es el 14 Congreso Regional previsto para el mes de diciembre, pero antes han de librarse algunas escaramuzas como la elección de los delegados que representarán a Cantabria en el Congreso Federal que se celebrará en octubre en Valencia, en un proceso en el que pugnarán el oficialismo que comanda Zuloaga y los críticos irreductibles que en 2017 apoyaron a Díaz Tezanos, más los desengañados con la gestión de Zuloaga en el partido y en el Gobierno regional. No tiene mucho sentido que haya dos listas cuando todos -faltaría más- son incondicionales de Pedro Sánchez, que será aclamado con todos los honores en Valencia. Para los críticos es más bien un banco de pruebas que evalúe si pueden presentar batalla en el Congreso Regional. Es también llamativo que la candidatura alternativa para la elección de delegados esté encabezada por una figura de segunda fila, la exalcaldesa de Molledo, Teresa Montero, mientras los referentes principales de la disidencia se quedan en la retaguardia. O sea, aquello de: 'Pasa tú, que a mí me da la risa'.
El escenario interno del PSOE ha variado sustancialmente desde el congreso regional de 2017. Entonces, el grupo que apoyaba a Eva Díaz Tezanos era un bloque compacto que recogió el 47% de los votos, frente al 53% del vencedor, Pablo Zuloaga. El núcleo duro de los críticos permanece, pero quienes les ven demasiado resentidos por la derrota de 2017 han abandonado la pelea y optan por contemporizar con Zuloaga, por ejemplo bastantes alcaldes, siempre pendientes de los recursos que les pueda asignar quien es a día de hoy vicepresidente del Gobierno regional.
También Zuloaga se ha desgastado lo suyo durante el último cuatrienio al frente del partido y del área socialista del Ejecutivo autónomo. Él y su gente lo saben y por eso ahora, en vísperas del congreso que se propone ganar, intenta recuperar empuje y cohesión. En la difícil búsqueda de la unidad, dos pasos hacia adelante y uno hacia atrás. Falló Zuloaga, por ejemplo, al intentar atraerse a Eva Díaz Tezanos ofreciéndole un cargo que legalmente no podía darle libremente. Ahora logra algún avance al incorporar a su candidatura de delegados para el congreso federal y en las ponencias del congreso regional algunos militantes destacados que antes habían estado vinculados al 'tezanismo', como los alcaldes Andrés Ruiz Moya (Suances) o Roberto Escobedo (Val de San Vicente). En la lista de representantes para el congreso federal también figuran la delegada del Gobierno Ainoa Quiñones y el portavoz municipal de Santander, Daniel Fernández, afines al diputado nacional Pedro Casares, más conectado a la cúpula del partido en Madrid que a la ejecutiva regional de Zuloaga.
A Zuloaga le gustaría recuperar también a otros regidores críticos con liderazgo y peso en el partido como Javier Incera (Colindres), Sergio Abascal (Santoña), Verónica Samperio (Piélagos) o Secundino Caso (Peñarrubia), pero ese diálogo está aún bastante verde.
En los intentos de acercamiento de Zuloaga a los alcaldes críticos se explican ahora en el PSOE la confusa dimisión de la ejecutiva socialista de Agustín Molleda, regidor de Cartes, secretario de política municipal del PSOE y uno de los puntales de Zuloaga en su ascensión al liderazgo del PSOE frente a Díaz Tezanos.
La militancia socialista vive con expectación las semanas precongresuales, con profusión de conjeturas sobre los efectos que puedan tener en Cantabria los cambios políticos de José Luis Ábalos o Adriana Lastra, si Ferraz meterá mano o dejará hacer en Cantabria, si la corriente crítica se verá con fuerzas para pelear en el cónclave. Zuloaga, claro, preferiría no tener competencia, pero tampoco vería mal un adversario al que pudiera derrotar por goleada.
El plan del líder socialista tiene una secuencia en tres fases: volver a ganar las primarias a la secretaría general, después salir del congreso con una ejecutiva que integrase a las distintas sensibilidades hasta donde sea posible y así se reforzase la unidad, y a su debido tiempo, ser confirmado como candidato autonómico para 2023. En 2019 subió de 5 a 7 diputados, dentro de dos años aspira a mejorar la cuenta de resultados pero no se sabe cuál será entonces el 'efecto Sánchez' ni como le irá al PRC de Revilla, que es el socio político pero también el gran peligro electoral para el PSOE.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.