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Fotograma de 'Eisenstein en Guanajuato'.
Diez días que conmovieron a Eisenstein

Diez días que conmovieron a Eisenstein

Peter Greenaway regresa a las pantallas a pesar de llevar décadas promulgando la muerte del cine

Josu Eguren

Jueves, 7 de enero 2016, 17:47

Es más que probable que quien haya escuchado al cineasta galés Peter Greenaway (Newport, 1942) en alguna de las múltiples conferencias que lleva impartiendo desde que se recicló en VJ iconoclasta y artista de la imagen multimedia sepa que su discurso metatextual se articula sobre ... la negación del primer versículo del Evangelio de Juan: «Primero fue la imagen, después la palabra», así reza el ¿sofisma? que repite como un mantra desde que certificó la muerte del cine cuando apenas se habían cumplido 100 años desde la llegada del tren a la estación de La Ciotat. De nuevo bajo los focos mediáticos, que le alumbran con menos intensidad desde que decidió emprender una quijotesca aventura con el propósito de reinventar el lenguaje en una indagación que superpone las teorías cinematográficas de la vanguardias primitivas a las técnicas narrativas multimedia, Greenaway se hace fuerte en la defensa de un manifiesto -Cinema is Dead, Long Live Cinema- cuya vigencia vuelve a ponerse a prueba con el estreno de 'Eisenstein en Guanajuato' (a competición en la Sección oficial del Festival de Berlín). Para ser justos, hay que reconocer que la dualidad excéntrico-cabal de Greenaway es un refrescante contrapeso a la oficialidad cinéfila tardomodernista encabezada por Quentin Tarantino, JJ Abrams y Christopher Nolan, especialmente ahora que Kodak ha renacido de sus cenizas para anunciar el lanzamiento de su nueva cámara Super 8, una innovación arqueológica que funge dos conceptos a priori tan antiéticos como la nostalgia y la tecnología digital. Tráiler de 'Eisenstein en Guanajuato'.

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