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MARTA BARROSO
Domingo, 19 de marzo 2006, 01:00
Aparece, se instala, se hace presente, pesada. Es la grasa. De pronto, ese vaquero que te quedaba como un guante, te molesta. Un buen día notas que no estás cómoda. Nada cómoda. Las 'lorcillas' forman parte indisoluble de tu ser desde hace unos meses. Al sentarte aprietan y, hagas lo que hagas, metas la tripa como la metas, están allí, plácidamente unas sobre otras. Haciendo un auténtico ejercicio de contorsionismo, te miras de espaldas en el espejo y, 'horror', las famosas pistoleras se anuncian como nuevas compañeras.
Definitivo: tu contorno corporal ha variado. Hay que asimilarlo. Tras meses de estricta dieta y duro ejercicio tiras la toalla. Consciente de que la fuerza de voluntad no es uno de tus fuertes, decides adentrarte en el campo de la cirugía estética. Alguien te habla de la vibroliposucción, lo último en liposucción.
Pero antes de entrar en materia, que quede claro que el ejemplo anterior es perfectamente trasladable al sexo masculino. Un simple vistazo es suficiente para comprobar que el perímetro abdominal de ellos también cambia. O mejor, aumenta. Incluso mucho. La vibroliposucción es apta para todos los sexos. «La grasa no distingue entre hombre y mujer, y cada día son más los señores que acuden a la clínica», explica el doctor Julio Millán, jefe de una unidad de cirugía estética del Hospital Ruber de Madrid.
Esta técnica es una variante de la liposucción, que consiste básicamente en la extracción, mediante aspiración con cánulas, de la grasa acumulada debajo de la piel. El contorno se afina y la silueta mejora mucho. La vibroliposucción, técnica presentada hace unos años y que aparece ahora de nuevo con importantes mejoras técnicas, se realiza con cánulas reciprocantes.
«Esto quiere decir que un sistema automatizado proporciona a las cánulas un movimiento lineal vibratorio de forma uniforme a lo largo de cánula, que permite a ésta moverse y avanzar con mayor facilidad en el interior de los tejidos grasos, especialmente en zonas donde son más densos o fibrosos», continua el doctor Millán. La facilidad mecánica del movimiento de la cánula con energía constante y mayor facilidad de penetración en los tejidos, supone una disminución del daño tisular y un control de la fuerza de los movimientos de la cánula de aspiración dentro de la grasa. Hasta ahora, este control dependía únicamente de la fuerza en la mano del cirujano.
Objetivo directo
En otras palabras, y para que todos nos entendamos, la vibroliposucción permite una extracción más selectiva de la grasa, incluyendo la más fibrosa y densa, que la liposucción convencional no puede aspirar. Además, gracias a su poder de penetración en los tejidos, disminuye el daño de los que rodean a las zonas circundantes, lo que supone menos sangrado en los pacientes, menor dolor e inflamación postoperatorios y menor cantidad de hematomas.
«También es importante incidir en que, al evitar los movimientos circulares propios del impulso ejercido por la mano del cirujano, se evita que se puedan crear irregularidades o depresiones en la piel», puntualiza Julio Millán. Es una gran alternativa a las diferentes técnicas de liposucción. Eso sí, es el cirujano el que tiene que decidir cual de ellas es la mejor para cada paciente, según su morfología. Hay que tener en cuenta la cantidad y calidad de la grasa a extraer, las zonas donde hay que intervenir, la edad del paciente, etc.
Visto lo visto, está claro que la vibroliposucción nace como una nueva forma de hacer liposucción o lipoescultura (como se la quiera llamar), de última generación. Ideal para eliminar esos acúmulos de grasa que se empeñan en instalarse en determinadas zonas del cuerpo -jamás está indicada, como ninguna liposucción, para tratar la obesidad-, la práctica de esta moderna técnica conlleva grandes ventajas. Debe realizarla siempre por un cirujano plástico en una clínica que tenga todas las garantías. La práctica de la vibroliposucción en los últimos tiempos ha sido suficiente para demostrar que con esta técnica las complicaciones disminuyen, el tiempo que dura la intervención también. Y la recuperación es inmediata. Lo único que deberá hacer el paciente es llevar una faja elástica de compresión que cubra las zonas intervenidas. Nada más.
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