Diez planes para descubrir Cantabria los días de lluvia

A pesar de que estamos en pleno arranque del mes de agosto, el sol brilla por su ausencia, aunque el calor no da tregua. Y por si eres de los que el mal tiempo ha desafiado sus planes iniciales, lejos de desanimarse, le invitamos a descubrir diez planes para aprovechar el día.

Parte del encanto de esta región son las cuevas con las que cuenta, famosa por ser un testimonio invaluable del arte prehistórico y la cultura antigua. La Consejería de Turismo de Cantabria y la guía oficial de Turismo Rural coinciden en la recomendación de estas cavidades, declaradas Patrimonio de la Humanidad por la Unesco, y que albergan algunas de las pinturas y grabados más importantes y mejor conservados de Europa.

El Soplao, Altamira, El Chufín, El Castillo, Las Monedas, Las Chimeneas, El Pendo… Múltiples opciones para pasar un día de lo más aventurero. Estas cuevas ofrecen a los visitantes una experiencia única y emocionante, pudiendo adentrarse en el pasado y presenciar obras de arte creadas hace miles de años, algo que es realmente asombroso y conmovedor.

El municipio de Liérganes, llueva, diluvie o truene, tiene una magia especial. Por algo dicen que es uno de los pueblos más bonitos de España. La guía oficial de Turismo Rural aconseja sin duda este plan. «Liérganes es para disfrutar del patrimonio que tiene ese pueblo. Allí es difícil aburrirse y la lluvia no es ningún impedimento», explica a El Diario.

Visitar el Palacio de Elsedo, recorrer el Casco Antiguo, visitar el Museo de la Radio o el Balneario de Liérganes, conocer la Casa de los Templarios, ver el Museo de las Tres Villas Pasiegas… Y para terminar, «relajarse tomando el clásico chocolate con churros», aseguran desde Turismo Rural. Hay numerosos cafés y restaurantes acogedores donde puedes disfrutar con una bebida caliente mientras observas la lluvia caer.

La Asociación de Hostelería recomienda para un día de lluvia en la región degustar la gastronomía local. «Disfrutar de la deliciosa comida de Cantabria en sus acogedores restaurantes y tabernas, probar platos típicos como cocido montañés, anchoas, y sobaos pasiegos, junto con un buen vino local es un buen plan»,

dicen desde la asociación. Por su parte, Turismo Rural coincide con la asociación en hacer una ruta por la gastronomía de los pueblos. «Hay que probar el cocido lebaniego aprovechando el año jubilar o el montañés en los valles pasiegos, además de contar con vistas a unos paisajes impresionantes», destacan desde la guía.

Ya sea en familia, pareja, con amigos o incluso en solitario los bares de la región son uno de los mejores sitios para resguardarse a la vez que complacerse cuando hace mal tiempo.

El Museo Marítimo del Cantábrico es una excelente opción, según la Consejería de Turismo de Cantabria, para visitar en un día de lluvia. Al estar en el interior de un edificio, estarás protegido y podrás disfrutar de las exposiciones y actividades sin preocuparte por el clima exterior. El museo cuenta con una amplia variedad de exhibiciones relacionadas con la historia marítima de la región, permitiéndote conocer la rica historia marítima de Santander, la vida en el mar, la navegación y la fauna marina del Mar Cantábrico a través de maquetas, objetos históricos y material audiovisual.

Además, una de las atracciones principales del museo es su acuario, donde podrás ver diversas especies de peces y otros animales marinos que habitan en el Mar Cantábrico, ofreciéndote la oportunidad de aprender sobre la diversidad de la vida marina de la zona.

El arquitecto Renzo Piano fue el encargado de darle vida al Centro Botín. Un espacio cultural que ofrece varias opciones para disfrutar del arte, sobre todo en días con mal tiempo. En su interior, puedes recorrer las diversas exposiciones de arte contemporáneo y otras disciplinas artísticas presentes en las salas del centro.

Actualmente, desde el centro destacan el acercamiento al proceso creativo con la masterclass con Marco Oggian, visita a la exposición 'Enredos', conciertos para las familias, sesión de Vermú, cine de verano, entre otros. Y cuenta con una colección permanente que incluye obras de reconocidos artistas como Joan Miró y Antoni Tàpies. Aunque el día esté lluvioso, no te pierdas las impresionantes vistas panorámicas de la bahía de Santander desde la terraza en el último piso del centro.

Parece que algunas actividades al aire libre pueden verse afectadas por el clima, sin embargo el Parque de la Naturaleza de Cabárceno ofrece una serie de opciones para que los visitantes disfruten de su visita incluso bajo la lluvia. Este plan propuesto e «imprescindible» por la Consejería de Turismo de Cantabria cuenta con actividades como recorridos en coche, ya que el parque cuenta con rutas en vehículos especiales que te llevarán a través de diferentes áreas para observar a los animales desde la comodidad y protección del vehículo.

Además, Cabárceno dispone de varios recintos cubiertos donde los animales se refugian en días lluviosos y se puede ver cómo interactúan bajo la lluvia, lo que resulta una experiencia interesante.

Bajo la pregunta «¿qué mejor manera de disfrutar un día de lluvia que con un día de bienestar y relajación?» la Asociación de Hostelería sugiere un spa o balneario como opción perfecta para pasar los días que hace mal tiempo.

Cantabria cuenta con varias de estas instalaciones. Entre las opciones disponibles, destaca el Gran Hotel Balneario de Puente Viesgo, donde podrás disfrutar de aguas termales con propiedades medicinales y relajantes; el Balneario de La Hermida, que incluye piscinas cubiertas, saunas y baños de vapor; el Hotel Real Balneario Solares en Solares, que ofrece una amplia gama de tratamientos termales, entre otros.

En Cantabria, hay numerosas queserías, bodegas y obradores de sobaos y quesadas que ofrecen experiencias únicas para los visitantes que sugiere la Consejería de Turismo de Cantabria. Puedes comenzar visitando algunas de las queserías locales para conocer de cerca el proceso de elaboración del queso, desde la leche hasta el producto final.

Además, la región cuenta con bodegas que producen vinos únicos y deliciosos. Si eres amante de esta bebida, puedes visitar algunas de estas bodegas para aprender sobre su proceso de elaboración, recorrer los viñedos y, por supuesto, degustar los vinos locales.

Por otro lado, los sobaos y las quesadas son dos productos típicos de Cantabria y son una delicia que no te puedes perder. Algunos obradores locales ofrecen visitas guiadas donde puedes aprender cómo se elaboran estos postres y probarlos recién hechos, disfrutando de su textura esponjosa y dulce sabor.

Y para que no todo sea comer y relajarse, la Consejería de Turismo de Cantabria recomienda algo de «deporte activo». Entre ello, destaca «los cursos de surf y vela». Una experiencia diferente pero igualmente enriquecedora. Aunque la lluvia puede afectar las condiciones del agua y la visibilidad, existen algunos aspectos positivos a considerar. En días de lluvia, es probable que haya menos gente en las playas y aguas, lo que significa que las clases pueden ser más personalizadas y recibir una mayor atención por parte de los instructores.

Surfear o navegar en días de lluvia también te permitirá experimentar la naturaleza en su estado más auténtico y brindarte una perspectiva diferente de los deportes acuáticos.

Por su parte, la guía oficial de Turismo Rural señala las ermitas rupestres como otra opción interesante para hacer en los días que el sol se esconde. Un tesoro histórico y cultural en la región. Aunque algunas de estas ermitas pueden requerir caminatas cortas o senderos al aire libre para llegar a ellas, la mayoría de ellas están ubicadas en cuevas o abrigos rocosos, lo que proporciona una protección natural contra la lluvia. Entre las opciones disponibles, se encuentra la Ermita de Santa Justa y Pastor, ubicada en la localidad de Arnuero o la Ermita de San Tirso y San Bernabé, situada en el Monte Caloca, cerca de Puente Viesgo.