10 lugares para dar la bienvenida a la primavera

Nacedero de la Urederra, Navarra

Urederra: agua hermosa en euskera, y no es para menos porque el agua cristalina de este nacedero te dejará impactado por su gran belleza. Se ubica en el interior del Parque Natural de Urbasa y Andía, en donde predominan los hayedos. Un sendero de algo más de 5 kilómetros recorre el curso del río para finalizar en el naciente. Por la zona hay numerosas cascadas y pozas que se forman al filtrarse el agua a través de las grietas entre las rocas y en esta época del año están en deshielo. Todo un espectáculo de la naturaleza.

Bosque de Muniellos, Asturias

La Reserva Natural del Bosque de Muniellos es uno de los paraísos asturianos que se encuentra en los concejos de Ibias y Cangas del Narcea. Osos pardos y lobos comparten territorio con corzos, jabalís y rebecos. A esta reserva no le falta de nada: tres lagunas de origen glaciar: La Isla, La Honda y La Grande, y una charca llamada La Peña. Si decides dar la bienvenida a la primavera en este bosque tienes que tener en cuenta que hay una restricción de 20 personas al día y que se debe pedir un permiso especial a través de la web de la Reserva de Muniellos.

Valle del Jerte, Cáceres

Como cada año, la floración del cerezo vuelve al Valle del Jerte con la llegada de la primavera. Suele durar 10 o 15 días, y esta temporada está previsto que estén en su máximo esplendor a partir del 27 de marzo y hasta la primera semana de abril. Además de disfrutar del manto blanco que cubre todo el paisaje, en la comarca las fiestas populares inundan los diferentes pueblos. Se pueden visitar bodegas, fraguas o lagares que durante unos días se muestran tal y como eran hace 50 años. Lo ideal para conocer todo el paisaje es hacer una ruta circular por la sierra, o si se prefiere una ruta lineal siguiendo la N-110, paralela al río Jerte.

Floración de Cieza, Murcia

El esplendor de la floración llega a Cieza a cargo de su huerta, que en su cita fiel de cada año desprende toda su belleza. Los ciruelos, nectarinas y sobre todo, los melocotoneros son los que colorean y dan aroma a esta región murciana. Para no perderte ningún detalle existen diferentes caminos que te guían por la huerta, Las Rutas de la floración, y que te llevan por los parajes más emblemáticos del municipio. Además, durante este periodo se pueden disfrutar de diversas actividades bajo el lema Estallido de color: descensos náuticos por el río Segura, concursos de fotografía, recitales de poesía o conciertos de música clásica.

Jardines de la Granja de San Ildefonso, Segovia

Más de 12.000 árboles como chopos, helechos, endrinos, tilos o castaños acompañados de fuentes y estatuas decoran los jardines de la Granja de San Ildefonso. La primavera es la mejor época para visitar este espacio, con las flores en su máximo esplendor y los torrentes de agua amenizando la visita. Este ejemplo de jardín francés del siglo XVIII, uno de los mejores conservados, ocupa 146 hectáreas y está cerrado por un muro de 6 kilómetros. Dentro hay un laberinto ideal para que jueguen los más pequeños y unas diferencias de nivel que hacen que cada espacio tenga un tipo de especie vegetal diferente.

Jardines del Turia, Valencia

El antiguo cauce del río Turia se ha convertido en la zona más verde de Valencia. 12kilómetros de longitud que te permiten estar en contacto con la naturaleza en medio de la ciudad: en bici, a pie, corriendo cualquier opción es buena para recorrerlo, y más cuando el buen tiempo comienza a notarse. El jardín limita con el Bioparc en el oeste y con la Ciudad de las Artes y las Ciencias justo en el otro lado. A lo largo de todo el recorrido hay paradas interesantes como el Palau de la Musica o el Parque de Gulliver, una espacio lleno de toboganes dedicado a los más pequeños.

Hayedo de Jordá, Gerona

La Reserva Natural de la Fageda d'en Jordà en el Parque Natural de la zona volcánica de la Garrotxa comprende un bosque de hayas único en España. Se encuentra muy cerca de Olot y está rodeado por 21 volcanes. En primavera, los tonos ocres van dejando paso a los verdes que lucen intensos bajo el sol y ya se vislumbran las primeras flores de diversos colores. Es un paraje ideal para perderse a lo largo del kilómetro y medio que dura la ruta principal.

Cascada de Colores, Isla de La Palma

Esta cascada mágica se encuentra en el Barranco de las Angustias, en la Caldera de Taburiente. Su color es debido a los tonos verdes y amarillos que da el musgo y al agua rica en sales de hierro. Su combinación crea un tapiz de colores mágicos. La cascada original es de difícil acceso, sólo recomendada a personas expertas, porque se encuentra entre paredes verticales de piedra, pero en los años 60 se creó una artificial para intentar retener las aguas, de fácil acceso e incluso apta para un baño con la llegada de la primavera.

Parque Quinta de los Molinos, Madrid

El Parque de la Quinta de los Molinos se encuentra en el este de Madrid. Aquí la estrella principal son los almendros, que en marzo están en su máximo esplendor, aunque también hay diferentes especies como olivos, pinos y eucaliptos. El recinto está dividido en dos zonas claramente diferenciadas, la parte norte con estilo romántico paisajista y la sur de carácter más agrícola. En la primera, se puede ver un pequeño palacio de comienzos del siglo XX.