El río que quiso devorar un pueblo

Los afectados por la inundación de 2019 cuentan cómo vivieron la noche en que se desbordó el Híjar. Aún tienen pesadillas con aquel día. Cinco años después han reconstruido sus vidas pero aún esperan que se finalicen las obras para impedir otra riada.

José Carlos Rojo

Santander

Viernes, 13 de diciembre 2024 | Actualizado 16/12/2024 13:11h.

«Todavía no entiendo cómo no hubo muertos», confiesa María del Mar Jorrín, que todavía hoy no entiende cómo hubo esa suerte. Ella es una ... de las que vio cómo el agua anegaba su casa. «Mi marido llegó en medio de la riada, cuando el agua le llegaba al cuello. Se tiró en el pasillo, exhausto, y le tapé con unas toallas, las primeras que encontré». Fueron horas de incertidumbre, de pánico. Ahora, transcurridos cinco años de aquello, José Eduardo Román del Hoyo, presidente de la Asociación de Afectados por la Riada, recuerda que aún hay obras pendientes en el plan para evitar que el desbordamiento del Híjar vuelva a repetirse. Un proyecto que se está desarrollando en varias fases y que contempla una inversión de 15 millones. «No podemos esperar y hay que hacerlo ya». «Hasta que no finalicen, no vamos a poder dormir tranquilos», advierte.

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