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A. P.
Sábado, 30 de septiembre 2006, 10:47
Mujer maltratada y suicidio son dos conceptos que muy a menudo van de la mano. Los expertos no saben todavía hasta qué punto son una misma realidad, pero sospechan que detrás de un buen porcentaje de tentativas o suicidios consumados femeninos -unos 800 al año en España- se esconden años de infierno. A falta de estudios estadísticos completos, un primer apunte señala que casi dos de cada tres maltratadas (63%) habrían intentado quitarse la vida en alguna ocasión, y un 80% lo ha pensado.
Son los datos que surgen del análisis de una muestra muy pequeña, 103 mujeres alojadas en centros de acogida, realizada por tres expertos y plasmada en el volumen 'Suicidio y violencia de género'. No tiene pretensiones científicas, pero es «un primer paso», una invitación para que otras instancias ahonden en la cuestión, explicó uno de los autores, el forense y experto en casos de violencia de género Miguel Lorente.
Además del alto porcentaje de maltratadas que piensan en el suicidio como única salida a las agresiones físicas o psicológicas de su pareja, otros datos resultan significativos. La mayoría son mujeres jóvenes, 33.8 años de media, y con prácticamente toda una vida de violencia machista a cuestas, 10.3 años.
Maltrato temprano
En la mayoría de los casos, el maltrato empezó muy pronto, apenas unos meses después de iniciar la convivencia. Prácticamente todas buscaron apoyo externo para salir de su particular calvario, pero esta llamada de socorro no conjura los impulsos suicidas. El 90% de las que recurrieron a su familia intentó matarse igualmente, y también el 50% de las que acudieron a distintas asociaciones de mujeres.
Eximentes
La presentación del trabajo tuvo lugar ayer en la Biblioteca Nacional. Su directora, Rosa Regàs, recordó que la lucha contra el maltrato debe ser institucional, Gobierno y jueces, pero también de toda la sociedad. «Debemos escupir a los maltratadores», afirmó.
La escritora catalana se declaró incluso partidaria de publicar de forma regular los nombres de todos y cada uno de los que han practicado la violencia de género contra sus mujeres, novias o ex compañeras.
La secretaria general de Políticas de Igualdad, Soledad Murillo, sugirió por su parte la conveniencia de incorporar los antecedentes de maltrato como eximente o atenuante de algún tipo al juzgar a mujeres que matan a sus parejas después de soportar años de violencia doméstica.
Habría que 'repasar' los homicidios cometidos por mujeres contra sus parejas para ver cómo han sido tratados en los procesos penales. «No digo que en todos los casos sea así, pero sorprende que no exista casi la condición de atenuante o eximente», señaló.
Según Murillo, los historiales de malos tratos debieran contar en este tipo de procesos penales «como una prueba más. Yo invito a que se estudie esta cuestión, apostilló.
Del mismo modo, la secretaria general de Políticas de Igualdad calificó de «impresentable» que un cargo público, cualquiera que sea su signo político, considere a la mujeres como «ciudadanas de segunda» y pidió que las personas que no respetan la democracia «vuelvan a su casa». Aludía así a las declaraciones del concejal de Urbanismo de Puertollano, Antonio Rodríguez, quien espetó a una edil del PP: 'tú sigue yendo por esos caminos, que te van a echar un polvo'. A juicio de Murillo, «nos merecemos dirigentes democráticos, y la democracia es el respeto».
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