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J. M.ª RODRÍGUEZ LINARES
Sábado, 24 de marzo 2007, 01:56
La pasada semana el grupo Freixenet organizó en pleno corazón de Liébana, en Cosgaya, una interesantes jornadas sobre diversos ambitos de la cultura del vino. Este evento fue ofrecido a una serie de destacados empresarios. Durante la comida, que se celebró en el agradable entorno del restaurante Urogallo, se probaron seis diferentes vinos de diversas bodegas de esta marca.
Comida maridaje
Este tipo de comida consiste en buscar que cada plato del menú confeccionado combine a la perfección con una series de vinos; uno como mínimo con cada plato. La selección de los vinos se debe de basar principalmente en la armonía o el contraste que este presente con los aromas y sabores de cada plato. Con este criterio el enólogo del grupo Freixenet seleccionó seis vinos: Clos Juvencio 2005 de Segura Viudas, Creu de Lavit 2005, Vionta 2005, cava D.S Freixenet, Mas de Subirá Cr. 2002 y el cava Freixenet Malvasía.
El menú
Con el primer vino, el rosado Clos Juvencio, se probó un carpaccio de reno con virutas de foie y aceite de pimiento. Se buscó que la frescura del vino acompañase a la carne cruda y su acidez limpiase la boca de la grasa del foie. El blanco Creu de Lavit 100% Chardonay y fermentado ligeramente en barrica fué el vino elegido para acompañar una ensalada de bacalao y gambas frescas con vinagreta de verduritas y crujiente de langostinos, un vino con cuerpo para una ensalada contundente. El Albariño de las Rias Baixas Vionta 2005 se combinó con unos tagliolini de almejas y carabineros con una crema de bogavante, este Albariño fué un claro ejemplo de la excelente evolución que tiene en la botella este tipo de vinos que gracias a que su alta acidez total es elevada, se conservan estupendamente y evolucionan muy positivamente durante uno o dos años despues de haber salido al mercado.
El primer Cava en degustarse fue el Freixenet D.S. que maridó perfectamente con unos lomitos de rodaballo al Cava con tallarines de calamar fresco y gelatina negra de cachón, que fué el pescado elegido para este menú. Con el último plato salado, un magret de pato con frutas caramenlizadas y champiñones rellenos de mollejitas de lechazo, se descorchó el tinto del Priorato Mas de Subirá Cr. 2002, un buen ejemplo de la alta calidad de los vinos de esta zona.
El postre consistió en unas peras al Tostadillo rellenas de crema de arroz, helado de yogurt y cigarros de Tolosa, que se maridó con el cava de Freixenet Malvasía, una delicia de cava ideal para el momento más dulce de la comida.
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