RESTAURANTE 'EL CAPRICHO DE GAUDÍ', COMILLAS / Un clásico de Comillas

En el caso que nos ocupa hoy, arte y gastronomía se dan la mano de un modo diferente: Combinando la mejor de las arquitecturas modernistas, la del genio catalán Gaudí, con la comida que se puede disfrutar en su interior. El Capricho de Gaudi, a día de hoy, pertenece a una multinacional japonesa que explota sus instalaciones como restaurante-museo. Su interior no es diáfano, respeta en todo momento los espacios y estructuras originales del edificio, con lo que disponen de cinco salones ó comedores, de diferentes capacidades, más un agradable bar. En total pueden dar de comer a unas 100 personas al tiempo. Todas las estancias se encuentran perfectamente climatizadas y plagadas de múltiples detalles decorativos, herencia directa del genial arquitecto catalán. La bodega del restaurante atesora unas 70 referencias en vino de unas 10 denominaciones de origen diferentes.

La cocina

El estilo de cocina que podrán encontrar en este restaurante obedece sobre todo a una línea de cocina clásica internacional, dado que, tal y como nos explicó su directora Masako Yamauchi, normalmente reciben turistas de los rincones más recónditos del planeta, que se acercan hasta Comillas a disfrutar de la particular obra de Gaudí. Con lo que de este modo su cocina se adapta al máximo al gusto de los paladares de gentes tan dispares. En carta mantienen todo el año unas 30 recetas, más algunas recomendaciones del chef y los postres.

Las especialidades

En la última visita efectuada a esta casa se ha podido comprobar que han cambiado algunos platos de su carta con lo que merece la pena visitar de nuevo este restaurante. Pero básicamente sus especialidades son las de siempre con algunos platos de marcado carácter local como es el caso de las anchoas de Lolín con verduras, una de las marcas más afamadas del mercado. Pero además pueden degustar ricas ensaladas como es el caso de la de foie con jamón de pato y vinagreta de Jerez ó una sencilla pero sabrosa sopa de pescado. Aún así, su entrante más solicitado son los entremeses especiales 'Capricho de gaudí'. Este plato permite la opción de poder probar en pequeñas cantidades siete diferentes entrantes (terrina de foie, pastel de codorniz, jamón ibérico, espárragos con mayonesa, codorniz en escabeche, anchoas con verduras y una mini ensalada de langostinos).

En cuanto a los pescados mantienen unas cocciones muy tradicionales, por lo que si el pescado les gusta poco hecho deberán avisarlo. Ofrecen siete variedades de pescado de entre las que destaca la merluza de anzuelo con almejas y aceite de perejil, o lo que es lo mismo una salsa verde ligeramente actualizada.

En carnes hay una buena variedad de animales. Se puede disfrutar comiendo desde un clásico solomillo o entrecot, este ultimo con salsa de queso de Tresviso(queso azul típico de Cantabria) hasta una suprema de pintada rellena de riñones y espinacas ó unos cornetes rellenos de rabo de toro al vino tinto.

Los postres son completamente caseros y son una de las mejores especialidades de este restaurante. No dejen de probar el gratinado de queso. Una especie de mousse gelatinizada de queso, muy suave, con azúcar quemado acompañado todo ello con una crema de frambuesas y un helado de vainilla.