AGUSTÍN MUÑOZ-GRANDES TENIENTE GENERAL DE INFANTERÍA / «España dejó medio corazón en el Sahara»

Su presencia en Santander obedece a la invitación cursada por la Asociación de Veteranos Paracaidistas de Cantabria (AVEPA), con motivo del ciclo de conferencias organizado para conmemorar los 50 años de la Campaña de Ifni y del papel desempeñado en ella por los cuerpos de paracaidistas. Y, gracias a esa visita, el teniente general Agustín Muñoz-Grandes ha tenido la oportunidad de reflexionar en voz alta sobre aquel periodo y sobre la presencia española en el Norte de África, hasta la definitiva salida del Sahara en 1975.

A juicio del teniente general en la reserva, la Campaña de Ifni (1957) «no fue una guerra colonial, sino una guerra de defensa», entendiendo cuáles eran los compromisos internacionales que tenía asumidos España. Por ello, considera que «la sociedad española tiene en Ifni un motivo para sentirse orgullosa de sus soldados».

A sus 73 años de edad, cincuenta después de tomar parte en aquellos hechos en su condición de teniente, Muñoz-Grandes asegura que «todos los oficiales hemos tenido siempre un gran respeto y un gran cariño hacia la gente que vive allí». De hecho, opina que «España dejó medio corazón en el Sahara», tras su salida de aquel territorio en el año 1975, sin conocer con exactitud qué futuro le esperaba, en adelante, al pueblo saharaui.

¿Cuál ha sido su mensaje en el ciclo de conferencias?

He considerado que, después de haberse hablado ya durante estos días de las operaciones en Ifni, podía aportar algo más hablando de la operación conjunta Ifni-Sahara

¿Su experiencia personal en la Campaña de Ifni?

Me parece que en todas las unidades se mantuvo un estilo del que yo me siento orgulloso. Fue espléndido el estreno de las dos banderas de paracaidistas y fueron muy buenas todas las unidades que vinieron de la península, entre las que yo quiero destacar a las formadas por soldados de reemplazo. La sociedad española tiene en Ifni un motivo para sentirse orgullosa de sus soldados, cualquiera que fuera la unidad de la que formara parte.

En Ifni ¿se puede hablar propiamente de una guerra convencional?

No fue una guerra contra Marruecos -recién proclamada la independencia-, sino una guerra contra bandas de guerrillas incontroladas en la zona. Fue una guerra, pero no fue una guerra colonial, no fue una guerra de conquista, sino una guerra de defensa, porque España tenía asignados unos territorios por la comunidad internacional y los tenía que defender.

¿En qué medida se pueden establecer comparaciones entre la Campaña de Ifni y la salida española del Sáhara, 18 años después?

En Ifni nosotros atendimos nuestros compromisos internacionales. En un determinado contexto histórico, se nos asignaron aquellas zonas, que no eran fáciles, y España fue generosa con ellas durante muchos años. Después hubo una situación muy difícil y, en medio de una presión internacional enorme, se produjo la salida de nuestras tropas del Sáhara. Yo lo que puedo decir es que España dejó medio corazón en el Sáhara. Tengo el convencimiento de que todos los oficiales españoles hemos sentido siempre un gran cariño y un gran respeto hacia la gente que vive allí.

¿Cómo se conmemoran en España los acontecimientos militares, ahora que se cumplen 50 años de la Campaña de Ifni?

Yo creo que se deben conmemorar las acciones militares como hacen todas las naciones de nuestro entorno. Por ejemplo, en el Arco del Triunfo, en París, figuran todas las batallas en las que el Ejército francés lucho con dignidad, aunque perdiera. Sin ir más lejos, allí está la batalla de Bailén. Lo importante es que el Ejército francés luchó allí con dignidad. Creo que la sociedad debe recordar los actos en los que algunos de sus miembros dieron su sangre por el país. Sigo creyendo que los seres humanos nos movemos por el bienestar, pero también por ideales. En todos los lugares del mundo.