STV

Estas siglas pueden sonar a chino, pero los que dominan lo 'in' saben que significa 'de Santander de Toda la Vida'. Es una denominación que viene a reflejar una serie de parámetros por los que nos podemos medir muchos santanderinos. Veamos, ¿cuántas veces nos quejamos durante el verano del tiempo? Cuando llueve porque es un incordio, cuando está nublado porque no nos gusta la playa sin sol y si el tiempo es demasiado caluroso, suspiramos por un día fresquito para descansar del ajetreo estival.

¿Y qué decir de la presencia de veraneantes? Cuando no nos quejamos de que nos visitan poco y criticamos los pronósticos agoreros del tiempo, criticamos la presencia de demasiadas personas en la calle, en los autobuses, en las playas... «Los veraneantes son un estorbo y además el turismo que viene cada día gasta menos». Esta frase es repetida hasta la saciedad, pero no deja de ser un latiguillo, una manera de poner de relieve que nos gusta la tranquilidad, aunque cuando estamos solos, nos lamentamos de que nos visitan.

Pero no nos quejemos más. Los STV aguantan con estoicismo a los veraneantes e incluso contemplan con cierta satisfacción el incremento de los visitantes extranjeros, debido en buena medida a los vuelos de bajo coste desde el aeropuerto de Parayas. Los STV juegan habitualmente a las palas, se dejan caer por el Paseo Pereda y acuden a ver los fuegos artificiales cuando toca y a pesar del bullicio. Van a las playas del Sardinero o a Mataleñas.

Los niños y niñas STV se arreglan por las tardes para jugar en las zonas cercanas a las terrazas en las que sus madres y padres toman el café o el vino. Los adolescentes 'de Santander de Toda la Vida? compaginan la playa y los conciertos. En definitiva, a los santanderinos STV nos gusta que nos visiten, aunque a veces pongamos cara de pocos amigos.