DRAGAN 'MUSA' MLADENOVIC EX DELEGADO DEL TEKA CANTABRIA / «La culpa del descenso la tienen Fran Ávila, Pedro Ruiz y Osorio»

Musa Mladenovic fue jugador del Teka en sus años gloriosos. 22 años son los que lleva ya en Santander, se siente cántabro por los cuatro costados y considera al Teka como parte de su vida. En más de una ocasión ha demostrado su cariño hacía los colores, pero ahora, tras ser despedido, no puede ocultar su decepción por el descenso de categoría y por la gestión de la actual directiva.

-¿Cómo se llega a su situación actual?

-Se han producido etapas muy complicadas, pero siempre he dado la cara por el club. Incluso, he llegado a pelearme con jugadores por defender a la entidad, con Olalla, García Vega, Lon... Quieres al club y lo haces pero lo que está pasando en la actualidad no lo he visto en mi vida, es caótico.

-¿Por qué se ha descendido?

-Exclusivamente por el entrenador, es prepotente, chulo y con poco conocimiento de balonmano. Como entrenador no puedes criticar con un compañero a otro jugador.. Los jugadores conviven y se comentan las cosas entre ellos. El técnico no sabía relacionarse con los jugadores. En cuanto a la táctica tampoco tenía ni idea. Hemos jugado todo el año atacando una defensa 6-0 con dos pivotes, que no es lo más apropiado. Pero lo peor de todo ha sido la relación de risa que han tenido el primer y segundo entrenador . En el primer entrenamiento el segundo técnico, que vive en Colindres, llegó un poco tarde por un problema de trafico. No se le ocurrió otra cosa que ante toda la plantilla decirle 'como llegues otra vez tarde te echo'. Yo flipaba. Le acababa de dejar en ridículo delante de la plantilla. Durante el año le ha seguido despreciando y humillando ante los jugadores.

-¿No mediaba la directiva?

-La directiva es Pedro Ruiz y Juan Francisco Osorio. Juan de la Riva, Miguel Blanco y Camus no pintaban en esas cosas nada. Osorio era el que venía más tiempo al entrenamiento, pero no veía estas cosas o no le interesaba, porque la directiva se hizo muy amiga con el entrenador.

-¿ A usted que le pasó con el entrenador?

-Yo me ha entendido con todos los entrenadores, incluido Julián Ruiz. Este año, en un partido en Santander me levanté para decir a Kozomara que se pusiese por el otro lado del defensor para que le pudiesen pasar el balón. El entrenador me dijo que me sentase, que yo no tenía que decir nada. A partir de ahí, me callé. Pero esto sólo ocurría cuando jugábamos en casa. Cuando el partido era fuera, sí que le interesaba. Yo le dije que lo único que pretendía era ayudar, que no quería ser entrenador. Llevo cuarenta años en el balonmano al más alto nivel y por torpe que sea, algo habré aprendido.

-Llegó el último partido y se consumó el descenso.

-Marco Krivokapic nos estaba machacando con sus goles. Yo no quería decirle nada y se le comenté al segundo al segundo 'dile que le haga defensa mixta cinco minutos a ver que hace el otro equipo'. No hubo manera.

-¿Cómo se encajaban las derrotas?

-Era curioso. Si se perdía no entraba en el vestuario, se mosqueaba. Dejaba a los jugadores tirados. Cuando ganábamos entraba enseguida. En los entrenamientos, cuando llegaba enfadado, no saludaba a nadie. Empezaba a gritar y no había quien le entendiese. Al final del entrenamiento siempre nos juntamos en el centro de la pista para dar el grito de guerra. Un día estaba con Osorio, y como estaba enfadado, no se acercó. Al día siguiente sí quiso hacerlo, puso la mano para dar el grito de guerra y los jugadores le dieron la espalda.

-¿Por qué se cambio de entrenador?

-Ficharon a Fran Ávila porque la directiva decía que Tito Urdiales era vago y los jugadores no trabajaban. Querían uno más trabajador. Yo les hice llegar el deseo de un técnico, de los mejores de venir a Santander. No hicieron caso y ficharon a Fran Ávila. No se informaron, y a éste le habían echado los jugadores del Algeciras. Si se contrata un entrenador hay que saber porque ha dejado su equipo. Le echaron porque era malo como técnico y como persona. Aún así le ficharon. El que yo recomendé está en la selección de Suiza.

-Ahora, han cambiado las cosas.

-Este año me dijeron que podía entrenar a algún equipo juvenil. Por mi parte, sin problemas y sin coste añadido. Estaba a su disposición. Pero un día antes de empezar la pretemporada me llamó Pedro Ruiz y me dijo que 'había hecho la cama al entrenador' y que ya no contaban conmigo. El verdadero problemas es que esta gente no sabe de balonmano. Me tenían para traer el agua y los petos y luego me dicen que no hago bien mi trabajo. Me han tenido crucificado. Me pedían ayuda y luego no me decían lo que tenía que hacer. Yo soy claro. El entrenador tiene que estar con los jugadores y no con la directiva. Les dejo tirados varias veces.

-¿Le han infrautilizado?

-Parece que tienen miedo a que si hago gestiones para traer jugadores, cobre por ello. Cuando se lesionó Humberto me ofrecieron a un jugador de selección serbia, que por 50.000 euros podría venir. Se lo comenté a Osorio y le pasé el contacto. Un buen día me dijo que ya estaba arreglado para fichar al jugador. Si embargo, me llamó el representante y me dijo que el director deportivo estaba loco. Les había ofrecido la fórmula de pagarles 90.000 euros en cuatro años. Todo lo hacen así. No tienen ni idea. Lo triste es que el club esté en manos.

-El partido de Granollers es un día triste en la historia del club.

-El día que se perdió en Granollers llegué a llorar y los jugadores también. Me da rabia. Se ha descendido porque el club está en manos de unos inútiles. Ni Pedro Ruiz, ni Osorio, ni Fran Ávila dijeron algo a unos jugadores que estaban llorando. A los pocos kilómetros, Pedro Ruiz y Osorio ya estaban durmiendo y el entrenador leyendo un libro. Y los jugadores comentando que estaban dispuestos rebajar su ficha para intentar subir. Al llegar a Santander, los directivos y el entrenador se fueron sin dar las buenas noches.

-¿Los jugadores se han ido libres?

-Había algunos con cláusula. Los jugadores que tenían contrato y que podían haber supuesto ingresos para el club se han marchado por la cara. Con Stefanovic sucede un caso más sangrante. El jugador firma el contrato con Arrate cuatro partidos antes de acabar la liga. Tenía un año más de contrato, yo me entero y se lo comunicó a Osorio. Se le podía haber denunciado por incumplimiento de contrato ante la Federación y haberle cobrado su cláusula de 40.000 euros. Nada. El jugador se ha ido directamente al Arrate tras las vacaciones. Hay que denunciarle, no se presentado al entrenamiento del Teka, pero al final le han dejado ir libremente. ¿Quién va a negociar? ¿Osorio?, no lo creo, no está capacitado.

-¿Hay equipo para afrontar la Liga Asobal?

-No es casi ni para División de Honor B. Han fichado a alguno que incluso está lesionado, que está cojo. ¿Cómo pueden ficharle? Han pagado más de 40.000 euros por él. Tienen que fichar cuatro jugadores; no hay base ni para subir de División de Honor B. Tenían que haber fichado a un portero de garantías y cuatro jugadores buenos, y los de casa para arropar ese armazón. Han traído un delegado de Baracaldo, ¿no hay personas de Santander que pueden hacer esa función? En Cantabria hay muchas personas capacitadas para ser delegado. ¿Por qué tienen que dar mil o mil quinientos euros a uno de Baracaldo? Que se lo den a uno de aquí, que seguro que va a sentir mejor los colores que él, y que conste que no tengo nada contra él.

-¿Hasta donde alcanza la deuda?

-De la temporada pasada deben del orden de 200.000 euros de los sueldos de los jugadores. Cinco meses, a una media de 15 ó 20.000 euros. Se debe mucho dinero y no veo como se va a pagar. Se firmará el famoso convenio a cuatro años, y tendrá una línea de crédito, pero llevan un año adelantado por lo que en el último año estarán sin liquidez otra vez y con una deuda de un año entero. Se han hecho cosas que no entran en cabeza humana. Dos personas no pueden llevar el club, no hay comunicación.

-¿Abandonó la al equipo?

-No se ha sabido gestionar el tema de las entradas. Se debe invitar a las personas que nos ayudan. Es mejor ser atentos con las personas a las que llamamos a sus puertas para pedir favores. Aunque no vayan en ocho partidos, al noveno se acercan al partido. Pero han estado distantes. Hasta el Lobos recauda más que nosotros.