Ampuero ya huele a encerronas

Los ampuerenses vivieron ayer un comienzo de sus fiestas patronales un tanto agridulce debido a la indeseable presencia de la lluvia en la primera jornada festiva. Sin embargo, quién sabe si por intermediación de la Patrona, la lluvia paró justo en el momento clave del arranque de las fiestas: el chupinazo.

A pesar del inconveniente del agua, peñas, charangas y todos los asistentes se sobrepusieron a la lluvia contrarrestando los intermitentes aguaceros con un diluvio de alegría, música y ganas de fiesta, como es habitual en la 'villa más alegre de la montaña'.

Ampuero sacó pecho con sus últimos logros deportivos, invitando a inaugurar las fiestas a los deportistas locales Lucía Güemes, jugadora del Racing de Santander femenino e Internacional con la Selección Española Sub-16 de fútbol, y a la Peña de Pasabolo de Ampuero, que ha logrado el ascenso a Liga Nacional.

La fiesta arrancó en el monumento al encierro, donde las peñas se reunieron para empezar las fiestas colocando al corredor la indumentaria festiva. Pasadas de las siete de la tarde, la rotonda de entrada al pueblo era ya un hervidero de gente con ganas de pasarlo bien. Las once peñas festivas, así como la asociación La Tercera Bomba, vecinos, charangas y miembros de la Corporación Municipal se dieron cita en este punto para presenciar la colocación del fajín y el pañuelo a cargo de los pregoneros.

Tras este acto simbólico, la comitiva se dirigió al centro del pueblo pero hubo un paréntesis en el puente de la farmacia. En este punto, el alcalde de Ampuero, Patricio Martínez, descubrió una placa que contiene un extracto de una canción antigua cuya letra habla, precisamente, de poner un letrero en medio del puente grande. Un letrero que diga «tú eres de Ampuero lo más bonito del mundo entero». Todos los presentes entonaron este cántico antes de dirigirse hasta el Ayuntamiento en el animado paseo que amenizan las peñas, tan solo acalladas durante el pregón.

Lucía Güemes y Poldo de la Peña -en representación de la peña de Pasabolo de Ampuero- manifestaron el «orgullo» y el «honor» que representa, tanto para la futbolista, como para toda la peña, dar el pregón de las fiestas de su pueblo. En su discurso hicieron referencia a «la pasión por los toros, la alegría y la diversión», como elementos «que llevamos en la sangre» y pidieron «respeto y comprensión» en estas fiestas. También desearon suerte a los corredores de los encierros y solicitaron a la Virgen Niña «un capote» para que las fiestas sigan su curso sin incidentes.

El punto álgido del chupinazo llegó tras el pregón con el canto del himno de Ampuero, pañuelos en mano, inundando de rojo los aledaños del edificio Consistorial. Ampuerenses y foráneos cambiaron el paraguas por el pañuelo, dejando para el recuerdo una de las estampas más simbólicas de las fiestas. Después del himno se encendió el cohete y prendió también la llama de la fiesta.