Ampuero…y Olé

Desde primeras horas de la mañana los trajes de bailaoras y flamencos tomaron pacíficamente las calles y las convirtieron en tablados improvisados donde todos dieron muestra de su arte. Las marquesinas de las paradas de autobús de los pueblos cercanos se salpicaron de viajeros cuya indumentaria delataba rápidamente su destino final: Ampuero.

A las 13.00 horas subió la intensidad de la fiesta con el arranque del desfile desde la plaza de toros 'La Nogalera', convertida en punto de encuentro para los cientos de entusiastas de este folclore que aúna sones pegadizos con la plasticidad y elegancia de bailes que quitan el sentido.

A partir de ese momento se dio rienda suelta a las ganas de diversión, contenidas durante los dos últimos años, y que sirvieron para comprobar que Ampuero vuelve por sus fueros en lo que a crear un ambiente divertido, original y festivo se refiere.

La Plaza Mayor se convirtió de nuevo en el eje de una cita que, cuando ya atardecía, brindó uno de sus platos fuertes en el concierto de Jesús de Manuel y su 'Tributón' que puso en danza, literalmente, a los cientos de seguidores que corearon los distintos temas interpretados por este artista de trayectoria televisiva.

Fue el preludio de un fin de fiesta que algunos prolongaron hasta más allá de lo previsto en el programa oficial diseñado por el Ayuntamiento de Ampuero, en colaboración con la Asociación de Hostelería y de las Empresas del municipio. Los grupos de baile llegados de todos los puntos de Cantabria y de las comunidades limítrofes apuraron los últimos sones y regresaron a sus lugares de origen muy satisfechos de haber disfrutado de una jornada inolvidable. Una cita que hace de Ampuero la capital andaluza del norte cuando abril luce sus mejores galas antes de dar paso al mayo de las flores.