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¿Cuántos sobaos es capaz de engullir una persona en ocho minutos? La respuesta a esta pregunta la dio este martes el voraz estómago de Anier Gozálvez, un madrileño de 25 años, que se metió entre pecho y espalda la nada desdeñable cifra de diez ... sobaos en seis minutos (los dos últimos decidió parar). El dulce atracón le valió el título de vencedor del I Campeonato Mundial de Comedores de Sobaos, disputado en Ambrosero (Barcena de Cicero), con motivo de la festividad de Santa Ana.
Que el original desafío había generado una expectación mayúscula fue evidente desde que a comienzos de junio se anunciara a bombo y platillo su celebración. Lo que no se podían imaginar los organizadores, el alcalde pedáneo de la Junta Vecinal de Ambrosero, Ángel Moncalián, y el responsable de Casa Escojo, Carlos Cobo, al frente de una empresa familiar que se dedica a la elaboración artesanal de sobaos, quesadas y pastas de mantequilla en esta localidad, es que se iba a convertir en todo un espectáculo gastronómico. Al estilo de esos concursos norteamericanos en los que se devoran gigantes hamburguesas en tiempo récord. Pero, en esta ocasión, con uno de los productos estrella de la gastronomía cántabra.
A la llamada del pionero Campeonato respondieron una treintena de participantes. De dentro y fuera de la región. 25 hombres y 5 mujeres. Todos ellos se colocaron de pie a lo largo de una mesa corrida repleta de sobaos de mantequilla. Se les dividió en dos tandas. Enfrente de cada competidor se dispuso una bandeja con diez piezas de la marca Escojo Artesanos. Cada una de 160 gramos. Sobaos de los grandes. Para que no se les hiciera bola –y, por ende, evitar ahogamientos– pudieron beber agua sin límites. La seguridad se garantizó con una ambulancia que acudió al acto. Por suerte, los sanitarios no tuvieron nada de trabajo.
Los aspirantes a glotones miraban con risa nerviosa el 'menú', de plato único, a la espera de que se anunciara el arranque. El público jaleaba a los de casa. El evento reunió a cientos de personas que no perdieron detalle de la iniciativa. «Nunca antes había venido tanta gente a las fiestas», apuntaba una veterana vecina, que se plantó con una silla en primera fila. Hasta el presidente de Cantabria, Miguel Ángel Revilla, se acercó a ser testigo de un evento que ha puesto a Ambrosero en el mapa regional y nacional. «Lo voy a grabar todo en vídeo para llevarlo al próximo programa del Hormiguero», anunció ante sonoros aplausos.
Y, por fin, se dio el pistoletazo de salida. Revilla hizo sonar un cencerro y el marcador de ocho minutos empezó la cuenta atrás. Los primeros 15 participantes se apresuraron a comer sobaos como si no hubiera mañana. En milésimas de segundos les quitaban el envoltorio y a la boca. A unos les costaba más tragarlo y optaron por tomárselo con calma. Entre bocado y bocado, agua. Mucha agua. Para pasarlo. Y para no atragantarse. En las caras se notaba que se hacía pesado. Uno de los competidores enseguida empezó a destacar. Desde los primeros trozos optó por mojar el sobao en el vaso de agua. Una estrategia con la que aligeró el ritmo. Prácticamente, sin inmutarse, se zampó diez sobaos en seis minutos. En ese momento, decidió parar. Había cogido ventaja de sobra y estaba a rebosar. Los dos últimos minutos descansó. Con lo que no contaba el joven es que había una segunda tanda de participantes. Otros quince. Que aunque le copiaron la táctica, no fueron capaces de completar el plato. Fue imbatible.
El que menos festín se pegó comió apenas medio sobao. «Me he entretenido mirando a un hombre con un loro en el público», dijo. Y no era broma. El récord fueron los diez sobaos de Anier. El joven explicó que había venido desde Madrid al Campeonato. Confesó que ya había participado en otros concurso de comida de este estilo pero que «nunca había comido sobaos». Hacerlo en tiempo récord le valió este martes un premio de 300 euros y un título de Campeón Mundial. Casi nada.
El segundo puesto, fue para Asier Ortega, un vecino de Guriezo, que también se llevó la distinción al mejor cántabro con ocho sobaos. El bronce, con siete piezas, fue para Nicolás Pavón. La organización también distinguió a la primera mujer, Ana Rosa Solano, y al mejor vecino de Bárcena de Cicero; ambos con cuatro sobaos.
El alcalde de la Junta de Ambrosero destacó el éxito del campeonato que aseguró tendrá futuras ediciones. La próxima tendrá ya un récord a batir, que ha hecho historia en Cantabria.
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