La 'autopista' que conduce al nacimiento del Río Gándara en Soba

Las máquinas también cometen errores y esto no es novedad. El vertiginoso avance tecnológico ha hecho que dejemos de lado la cartografía tradicional y optemos por llevar en nuestros vehículos un teléfono móvil equipado con aplicaciones GPS, las cuales, en la mayoría de los casos, nos conducen con precisión hasta nuestro destino. En entornos urbanos, su exactitud es casi milimétrica, aunque tampoco es extraño ver coches atascados en calles demasiado estrechas, vehículos que no pueden atravesar túneles o que terminan frente a escalinatas o zonas exclusivamente peatonales.

En áreas rurales, los desafíos son aún mayores: acantilados, playas, propiedades privadas o caminos que, poco a poco, se estrechan hasta volverse intransitables. En el Valle de Soba, algunos conductores han experimentado de primera mano la frustración de quedarse atrapados sin poder avanzar ni retroceder. Ha ocurrido en el nacimiento del río Gándara, un enclave con encanto y atractivo turístico donde el río, que más tarde se une con el imponente Asón, emerge de entre las piedras.

En los últimos años, se han realizado diversas mejoras en este paraje con el objetivo de hacerlo más interesante, tanto para visitantes como para los propios vecinos, quienes suelen recorrer a pie una ruta circular que atraviesa la zona. Hasta hace poco, el trayecto presentaba una pequeña dificultad, ya que implicaba cruzar un riachuelo saltando sobre algunas piedras, algo sencillo siempre que no hubiera llovido en exceso. Sin embargo, la reciente instalación de un gran puente por parte de la Consejería de Fomento del Gobierno de Cantabria ha facilitado el paso a los peatones, pero también a los vehículos, de manera que algunos conductores han tomado el puente como una invitación al nacimiento del río, aunque el camino no está habilitado para que circulen coches. A esta confusión se suma el hecho de que las aplicaciones de GPS incluyen erróneamente esta ruta en coche hasta el río, cuando en realidad no es transitable. El acceso está en el otro extremo.

Como consecuencia, varios vehículos han quedado atrapados en la zona, y han sido los propios vecinos quienes han tenido que rescatarlos. Su implicación ha evitado que estos incidentes pasen a mayores, pero en más de una ocasión, los vecinos han tenido que ayudar con sus vehículos a desencajar del estrecho camino a turistas despistados a bordo de sus autocaravanas, que pretendían pernoctar en el parque. Ahora, el Ayuntamiento ha colocado una gran roca en el camino, una señal inequívoca de que por ahí no se debe ni se puede pasar. El GPS sigue sugiriendo la misma ruta.

• Temas
• Gobierno de Cantabria
• Río Asón
• GPS