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La Consejería de Cultura ha invertido cerca de 30.000 euros en la mejora del centro de recepción de visitantes de la cueva de Covalanas, ubicada en Ramales de la Victoria. Los problemas de humedades y filtraciones hacían inviable el uso de este espacio por ... parte de visitantes y trabajadores, lo que llevó a suspender durante varios meses las visitas a la cavidad, que se retomaron, de forma limitada, en otoño de 2023, a pesar de que las labores para acondicionar el centro de interpretación no se han efectuado hasta ahora.
El objetivo de la actuación ha sido resolver los problemas de humedad y entrada de agua que esta infraestructura registraba desde su construcción y que daba lugar a problemas de salubridad que evitaban su correcto funcionamiento como puesto de trabajo. Con un presupuesto de 27.806 euros, las obras se han ejecutado tanto en el espacio de recepción de visitantes como en la taquilla.
Aunque inicialmente se pensó en sustituir la estructura, la solución adoptada ha sido mantener el edificio y modificar su uso, contando a partir de ahora con una zona de utilización cerrada y otra abierta al exterior que permite a los visitantes esperar a cubierto su turno para acceder a la cueva. Además, se ha cerrado otra zona de uso exclusivo para los guías «que les permitirá disponer de un espacio con las condiciones adecuadas» para estancias cortas.
El consejero de Cultura, Luis Martínez Abad, calificó la actuación de «muy necesaria», ya que estos trabajos «repercuten positivamente en el día a día de su personal, mejorando las instalaciones en las que trabajan».
Por el momento, las sesiones de visitas a la cavidad, que está declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco, siguen estando limitadas a una capacidad máxima de doce personas por día repartidas en tres turnos diferentes de cuatro usuarios cada uno, excepto lunes y martes, cuando la cueva permanece cerrada al público. Este régimen de rutas para conocer las pinturas rupestres de las ciervas rojas representadas en las paredes de la gruta se mantiene desde otoño del pasado 2023, cuando la Inspección de Trabajo estableció un plazo de cuatro meses para poner solución a las humedades de la caseta emplazada en la entrada de la cavidad expiró.
Ahora que la Consejería de Cultura ha resuelto los inconvenientes y ya se garantiza la seguridad y salud de trabajadores y visitantes en el centro, se espera poder recuperar el ritmo normal en las entradas a la cueva. A este respecto, Martínez Abad destacó la importancia de realizar inversiones que «no solo hagan más atractivas estas instalaciones para los visitantes, sino que, además, sean lugares óptimos para que nuestro personal desarrolle sus funciones en las mejores condiciones en su día a día».
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