La Ertzaintza detiene a 9 personas en Carranza por la muerte de Misael Centeno

Casi un mes de investigaciones han culminado este lunes con las detenciones de estos sujetos. Estas personas estaban en el punto de mira de la Ertzaintza desde el primer momento, desde que la familia de la víctima denunció la desaparición de Misael tras un extraño altercado en un bar del barrio Ambasaguas de Carranza. Sin embargo, la Policía vasca no quería precipitarse en las detenciones, a pesar de que en el propio pueblo eran muchas las voces que apuntaban a estos individuos y pedían «justicia» para Misael, un joven de 31 años que había llegado al País Vasco hace dos años para reunir algo de dinero antes de volver a Nicaragua con su mujer y su hijo Neymar, de 7 años.

La Ertzaintza buscaba pruebas sólidas. Algunos testigos ya habían aportado indicios claros, pero otros muchos -incluso amigos de la víctima- se resistían a hablar o a decir todo lo que sabían por miedo a los agresores, viejos conocidos en Carranza. Sin embargo, las últimas investigaciones han permitido cerrar el círculo de sospechosos. En este sentido, el dictamen de los médicos forenses ha jugado un papel fundamental. Como ya adelantó este diario, los especialistas que practicaron la autopsia confirmaron que fue asesinado. Los médicos mantienen en su informe que o bien fue lanzado al agua una vez fallecido o bien mientras estaba inconsciente.

En un primer momento, en Carranza se especuló con la posibilidad de que detrás del crimen podía esconderse un asunto de drogas. En concreto, por una disputa por una de las numerosas plantaciones de marihuana que hay en la zona. Sara, su hermana pequeña, aseguró a este periódico que todo empezó por una simple confusión en un bar. En concreto, dice que su hermano, que trabajaba en una ganadería, había bebido ese día y, en un momento dado, cogió de la barra un vaso que no era el suyo. A partir de ahí se produjo un enfrentamiento. Es decir, según esta teoría, Misael sólo se metió con la persona equivocada.