La jueza deja libres a tres de los encarcelados por la muerte de Misael Centeno en un río en Ramales

Según ha podido saber este periódico en fuentes cercanas al caso, los forenses de Cantabria, donde se halló el cuerpo, indican ahora que la muerte se produjo por sumersión, es decir, que se ahogó una vez que cayó al lecho del río. Han encontrado restos de agua en los pulmones de la víctima. Y que los hematomas que tenía podrían ser compatibles con el arrastre por la crecida del cauce en aquellos días o por sus intentos por salir a flote. Además, presentaba una importante cantidad de alcohol en sangre. La muerte fue de origen violento, pero accidental, según esta nueva prueba. Faltaría por saber si el joven cayó al agua, se tiró o le lanzaron, un dato fundamental para establecer una acusación.

En el informe preliminar, sin embargo, apuntaban la probabilidad de que el joven hubiera caído al agua inconsciente o incluso fallecido, lo que abundaba la hipótesis de una muerte de etiología homicida. Según el dictamen forense definitivo, la muerte se produjo entre las doce y media de la noche y las tres de la madrugada.

El joven tuvo un encontronazo con otro hombre en un pub del barrio Ambasaguas de Carranza la noche del pasado 27 de noviembre de 2021. Tras lanzar un vaso de cerveza hacia el interior del local impactando en el pecho de un cliente, Misael salió corriendo en dirección hacia el campo de fútbol, situado en las inmediaciones. Varios testigos han declarado en el juzgado, entre ellos uno protegido, que vieron cómo unos jóvenes salían detrás de Misael al grito de «¡Te vamos a matar!» y al cabo de unos 15 minutos regresaban. Después, se marcharon en grupo en una furgoneta hasta la cercana localidad de Ramales. Sin embargo, nadie volvió a ver vivo al chico nicaragüense.

Entonces, empezaron a escucharse rumores en el pueblo de que el joven había sido arrojado al río. Al cabo de tres días, el cadáver del desaparecido fue encontrado flotando en el cauce en Ramales de la Victoria (Cantabria), a varios kilómetros de distancia de la localidad vizcaína. El caso pasó a instruirse en Balmaseda, partido judicial de Carranza. La Ertzaintza asumió la investigación y empezó a tomar declaración a numerosos testigos. Aquella noche en el pub podría haber medio centenar de personas. Algunos incurrían en claras contradicciones o guardaban silencio sobre algunos aspectos.

Un mes después de los hechos, el 27 de diciembre, en plena Navidad, la Policía autonómica arrestó a nueve personas por su presunta relación con la muerte del muchacho nicaragüense. El juez envió a prisión provisional a tres de ellos. A mediados de febrero, al conocerse nuevos testimonios, fue encarcelado un cuarto implicado, de los que habían sido arrestados inicialmente, y salió en libertad otro tras un recurso presentado por su defensa ante la Audiencia vizcaína, por lo que volvían a quedar tres jóvenes en prisión.