Un músico echado al monte

«Y como yo, otros muchos de los que van en mi lista», aclara el número 1, para el que la política no es, ni debe ser, una profesión.

Ingeniero técnico forestal por la Universidad de Oviedo, Setién, que tiene 36 años, es bombero adscrito a la cuadrilla de montes 308 de Solares. Y de eso vive, precisamente. De apagar fuegos cuando se declaran -cuando algún inconsciente los declara, más bien- y de prevenirlos durante el resto del año.

-¿Hay mucho incendiario en política?

-Sobre todo en Podemos, que de tanto mirar al pasado no nos deja a los españoles mirar al futuro.

Son, cree, como el árbol que no le deja a uno ver el bosque, del que él ha tenido que salir más de una y de dos veces montado en su motobomba 4x4 con el fuego en los talones. Como aquella vez en que las llamas le derritieron un retrovisor, o como aquella otra en la que se le incendió una de las ruedas del camión.

Momentos sobre los que el bombero, que ayudó a sofocar uno de los dos grandes incendios que el verano pasado arrasaron la sierra de la Culebra -en la provincia de Zamora-, reflexiona cuando atiende a sus animales.

Porque, además de bombero, Setién también es ganadero, un oficio que aprendió de su madre, que es realmente la propietaria de la estabulación, y al que se siente muy vinculado. Tienen cien vacas, cien ovejas, ciento y pico cabras, una docena de yeguas y un miedo atroz al avance del lobo «por culpa de una ley incomprensible» que el Partido Regionalista, piensa el popular, «no ha sabido frenar desde que entró en vigor».

Miedo que el ganadero, mano de obra fundamental en casa, espanta refugiándose en la música tradicional.

Porque, además de bombero, y de ganadero, resulta que Setién también es músico. Antiguo alumno del Conservatorio de Música de Santander, donde estudió diez años para aprender a tocar el clarinete, hoy imparte clases en la escuela de música tradicional de Laredo y en la escuela de folklore de Medio Cudeyo.

Con él, los niños aprenden a tocar el pito y el tambor, porque, sí, además de bombero, de ganadero, de músico y de profesor, Setién también es pitero. Pero no un pitero cualquiera. Pitero de Matienzo, sancta sanctorum de la música tradicional de Cantabria, donde ha escuchado embelesado «al difunto Andresín, a Julián, a Toñín 'el de Riaño' o a Pablo Santander».

-Cuando va a tocar el pito a un pueblo del PRC o del PSOE, ¿desafina aposta?

-¡Qué va, hombre! Yo he tocado en campañas electorales del PRC y del PSOE. Precisamente cuando acabe de hablar con usted me voy corriendo a un acto del PRC.

A tocar, «y a escuchar y a aprender de lo que se dice en los mítines de otros partidos, porque a veces se oyen cosas interesantes», admite Setién, que además de bombero, de ganadero, de músico, de profesor y de pitero también es candidato a la Alcaldía de su pueblo por el PP.