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«En ningún momento provoqué el incendio con una garrafa de gasolina». El exjefe de Protección Civil de Ramales de la Victoria, Luis Trueba, negó este martes que fuese el causante del incendio forestal que se produjo el 17 de febrero de 2019 en la Sierra de la Alcomba ... , en el Alto Asón, y que afectó a 144,30 hectáreas, motivo por el que la Fiscalía solicita para él una pena de cuatro años de cárcel y una multa de 7.200 euros, además de varias indemnizaciones como responsable civil directo.
La Sección Primera de la Audiencia Provincial de Cantabria acogió este martes la primera de las cuatro sesiones previstas contra este joven de 28 años, que en 2019 acaparó toda la atención mediática con motivo de su supuesta intervención en el origen de uno de los incendios más importantes registrados en el Alto Asón en los últimos años.
Si hace dos años, cuando compareció por primera vez ante la jueza de instrucción, el exjefe de Protección Civil de Ramales declaró su «inocencia» y aseguró que le habían «hecho la cama», este martes no se salió de ese guión. Si bien es cierto que nada más comenzar su declaración ante el tribunal, y a preguntas de la fiscal Carolina Santos, tuvo un desliz al no saber si ratificar o no esa primera declaración (miró hacia sus abogados en busca de una indicación), sobre la que luego hizo algunos matices.
Pero antes de escuchar al procesado, la Sala –integrada por Paz Aldecoa, Ernesto Sagüillo y Rosa María Gutiérrez– dio lectura al escrito de acusación de la fiscal, que sostiene que entre las 23.30 horas del 17 de febrero y las 00.10 del 18 de febrero de 2019, el acusado, conduciendo un Nissan Navara asignado a la agrupación de voluntarios, se dirigió a la Sierra de la Alcomba, en el término municipal de Ramales de la Victoria, «donde procedió, desde la cuneta de la carretera, utilizando un acelerante (gasolina), a prender el monte, al menos en siete puntos diferentes, que se propagaron con gran facilidad generando un incendio forestal que afectó a 144, 30 hectáreas compuestas principalmente de arbolado (eucalipto) así como vegetación no arbolada compuesta de matorral, tojo y zarzas».
Todo ello, según apunta la fiscal, teniendo en cuenta que en los días en los que sucedieron los hechos se encontraban activados en Cantabria los servicios especiales de nivel 2 (máximo existente) del operativo de lucha contra incendios forestales, motivo por el que estaban prohibidas todas las quemas controladas.
Como consecuencia de este incendio se produjeron unos daños por los que el Ministerio Público pide a Luis Trueba unas indemnizaciones (ya ha abonado una parte, según desveló su letrado) en concepto de responsabilidad civil, que este martes se redujeron. Ahora la fiscal pide para el Gobierno de Cantabria 86.073 euros (antes reclamaba 229.917 euros) por pérdidas en beneficios ambientales y 8.913 euros por los gastos de extinción. Para el Ayuntamiento de Ramales reclama 13.039 euros (anteriormente reclamó 22.027) y para la Junta Vecinal de Barruelo de la Victoria 6.759 euros, frente a los 16.840 euros que pidió en un primer momento.
Sin embargo, Trueba –que llevaba en el cargo desde 2017 y había trabajado como bombero profesional– rechazó de plano toda la versión de la fiscal y se limitó a señalar que estuvo en el lugar de los hechos porque se acercó a ver el estado en el que se encontraba el incendio. «Eran las 23.30 horas, mandé a los compañeros a cenar y me disponía a llevar unas sillas a unos primos cuando vi un incendio en la Sierra de la Alcomba que estaba en una fase inicial. Entonces fui a comprobarlo, por instinto. No avisé porque no sabía si había cobertura, en todo el día no la hubo, y mi móvil personal lo dejé cargando en la nave del Protección Civil. De hecho me percaté de que llevaba el teléfono corporativo cuando oí la llamada de una compañera», relató, al tiempo que afirmó que «en el vehículo no llevaba gasolina ni una motosierra ni botafuegos, no lleva nada».
Cuando llegó a La Alcomba, Trueba dice que vio otro incendio en Barruelo (Ruesga). «Se juntaron los dos incendios, aunque eran focos diferentes (al servicio de Emergencias le constaban tres focos)». «En el de La Alcomba la zona era sombría y estaba húmeda por las inundaciones registradas hacía un par de semanas».
Juicio al exjefe de voluntarios de Ramales
Tras detectar los dos focos, asegura que volvió a la nave con las luces del vehículo «encendidas» –sus compañeros declararon en instrucción que las llevaba apagadas– y aparcó el Nissan para recoger una motosierra y una garrafa de gasolina, que luego posteriormente volvió a dejar. «No escondí nada, de hecho pedí ayuda a un compañero pero no me hizo caso». Después regresó al monte con un camión para el que no tenía carné porque era una «situación de emergencia y no había conductor».
Tras la declaración del acusado comparecieron cinco guardias civiles que participaron en la investigación y coincidieron en que el incendio fue provocado con la utilización de un acelerante y que en el momento en el que se originó Trueba se encontraba allí, «según manifestaron los testigos y confirmó el GPS del vehículo que conducía el acusado».
Según relató un agente, «por la forma de quemar se sabía que se iba a liar gordísima. No fue un aquí te pillo aquí te mato. Quemar en esas condiciones iba a causar un gran daño».
Los investigadores aseguran que identificaron siete puntos donde se prendió el fuego, «muy próximos entre sí, en una área de 32,5 metros cuadrados y a lo largo de una cuneta de 65 metros que recorrió en cuatro minutos».
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