A Ramales, con mantón de Manila

Fiesta ·
A falta de la Verbena del Mantón, los ramaliegos lucirán la prenda en el Mantón Diurno

Irene Bajo

Viernes, 9 de julio 2021, 12:34 | Actualizado 13:05h.

Por segundo año consecutivo, la pandemia arrebata a los ramaliegos su fiesta más emblemática y distintiva. La Verbena del Mantón, que tendría que celebrarse mañana durante la noche, no tendrá lugar, pero los vecinos volverán a lucir sus mantones en los balcones, ... como ya hicieran el pasado año, simbolizando el arraigo de los ramaliegos con esta fiesta.

Sin embargo, a los incondicionales de la verbena -que no son solo ramaliegos- siempre les quedará la jornada matutina del Mantón Diurno, que se viene haciendo en los últimos años para prolongar la fiesta y enganchar a los jóvenes. «La gente que habitualmente salimos al Mantón vamos a ir seguro, porque tenemos muchas ganas», asegura Estrella Durana Larrea, que en 38 años sólo ha faltado junto a su marido, Carlos Trevilla, a una La Verbena del Mantón, y fue por causa de fuerza mayor, al igual que en estas dos últimas ediciones.

Para los asiduos a la verbena es «un evento especial que estamos esperando todos», porque los participantes acuden con sus parejas y se reúnen con sus cuadrillas, «disfrutamos del champán, nos gusta el baile y estamos muy a gusto». Para los espectadores «se hace larga, pero a nosotros nos parece cortísima», reconoce Estrella. La tradición, la elegancia del evento -Estrella no deja de reivindicar que hay que ir vestido de fiesta-, los mantones que se ven, «que te dejan con la boca abierta», el organillo o la banda de Ramales tocando en directo, son algunos de los alicientes que enumera Estrella y que hacen de la Verbena del Mantón una fiesta sin igual. «Es que no hay nada parecido», presume.

Prescindir de ella se ha vivido «con mucha pena», especialmente este año, que se albergaba cierta ilusión por volver a lucir el mantón, pero el año que viene los participantes habituales «lo vamos a coger con muchas ganas», y también los jóvenes, que cada año se van sumando a la celebración y sienten más apego a la verbena.

La tradición y la sonoridad se hacen patentes también en el auge de la participación juvenil con los mantones prestados por las veteranas para que la fiesta siga creciendo, o los que las hijas heredan de sus madres, tal como apunta Estrella. Para ella, una de las cosas más emocionantes de la La Verbena del Mantón en los últimos tiempos, es ver parejas formadas por padres e hijos. «Cuando yo empecé, hace 38 años, salíamos las parejas y esas parejas hemos tenido hijos y es muy bonito ver bailar a padres con hijas y madres con hijos y cómo se están uniendo las familias».