Tejidos de fábula engalanan Ramales de la Victoria

Los alrededores de la fuente fueron decorados con bancos protegidos por una arquería de fantasía, papeleras con rostro y pies, barandillas con banderines, coches de niño de mil hilos y una impresionante bicicleta revestida de lanas multicolor. Los detalles alcanzaron al pulsador de los semáforos y a los troncos de los árboles que recibieron unos cálidos abrazos de manos tejidas con paciencia y arte por todas las participantes. Incluso quedó la estela de una bailarina de danza y, cómo no, también se reprodujeron atuendos que evocaban la emblemática Verbena del Mantón que cada primer sábado de julio se celebra en el mismo emplazamiento.

Tal y como explica María Eugenia Rocillo, representante de Café y Punto Limpias, «se trató de una jornada de convivencia, en la que quienes compartimos esta afición aprovechamos para compartir experiencias, poner en común nuestros conocimientos, resolver dudas, hacer pequeños cursos y, por supuesto, decorar el entorno que nos sirve de punto de encuentro». Este tipo de quedadas se celebran a nivel internacional, e incluso existe un Día Mundial de Tejer en Público, el Urban Knitting, que suele festejarse en el mes de junio, y que en esta ocasión llegó con unas semanas de retraso a la villa ramaliega.

En la cita tomaron parte tejedoras llegadas de Santander, Suances, Torrelavega, Santoña, Ampuero, Limpias, Laredo y, por supuesto, de Ramales de la Victoria. Todas contribuyeron a una decoración urbana que causó la admiración de quienes, ajenos a la convocatoria, se toparon con sus obras en plena calle.

Finalizada la jornada, las prendas fueron retiradas. Algunas se conservarán para servir de adorno en jornadas similares que se convoquen en otros puntos de Cantabria. Y otras fueron deshiladas para reciclar las lanas y convertirlas en nuevas creaciones. Mientras tanto, la afición a este arte manual sigue tejiendo su expansión. El grupo de Limpias, con diez años de andadura a sus espaldas, pronto se constituirá en asociación, para dar continuidad a las quedadas de todos los jueves en el Parador. Ingenio y habilidad derrochan a raudales.