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Todo en Ramales giró con la precisión de un reloj suizo durante la Verbena del Mantón celebrada hasta la madrugada de este domingo en la plaza de los Jardines. La manivela del organillo. La ejecución magistral de una banda de música más que centenaria. Y los giros y giros del casi centenar de parejas que se encargaron de demostrar que esta fiesta, declarada de Interés Turístico Regional, tiene mucha vida por delante. Una vitalidad de la que fueron testigos los cientos de espectadores que ocuparon las gradas dispuestas alrededor de la zona de baile.
Entre los asistentes, junto al alcalde de Ramales, César García, y miembros de su corporación, estuvieron el Vicepresidente del Gobierno de Cantabria, Pablo Zuloaga; el consejero de Desarrollo Rural, Ganadería, Pesca, Alimentación y Medio Ambiente, Guillermo Blanco; la parlamentaria Noelia Cobo; el alcalde de Ampuero, Víctor Gutiérrez; la alcaldesa de Limpias, María del Mar Iglesias y la teniente de alcalde de Lanestosa, Belén Fernández. Todos ellos fueron testigos e incluso partícipes en algún lance musical de uno de los festejos más originales y vistosos de cuantos se celebran en nuestra región. La gala estuvo presentada por el castreño Anselmo Herrero, actor de doblaje y cuentacuentos. Y por la periodista ramaliega María Ricondo .
César García no dudó en reconocer que «es nuestra fiesta por excelencia, la que tiene más arraigo y atrae a más visitantes». En su intervención tuvo un recuerdo emocionado para todos los ausentes por la pandemia, con mención especial a Luisa Suarez, 'Luisa Piza', que fue una fiel colaboradora con la organización de la Verbena del Mantón. Tal y como señaló «da igual quien gane, lo más importante es disfrutar de esta fiesta y de la hospitalidad de la gente de Ramales». Por su parte, Pablo Zuloaga subrayó que esta fiesta «es ADN de Cantabria y de Ramales de la Victoria, y es un motivo de orgullo». El Vicepresidente felicitó a .la banda por su 135 cumpleaños y animó a los presentes a disfrutar al son de la banda y del organillo.
El Himno de Cantabria y la Fuente de Cacho pusieron la introducción musical a una noche mágica en la que la Banda de Música de Ramales, dirigida por Alberto Aparicio Andrés, volvió a sonar sublime. Sus pasodobles y chotis, junto con otras piezas, pusieron en pie a las parejas que acudían con ánimo de tentar la suerte en forma de éxito, pero, sobre todo, de mantener viva una tradición que nació con aires elitistas de la mano de antiguos indianos pero que desde hace décadas se ha convertido en una magnífica verbena popular.
Los más risueños al final de la noche fueron Rita Gutiérrez y Juan José Negrete, la pareja de ramaliegos que, bajo la emocionada mirada de uno de sus dos hijos -el otro estaba en Madrid- fueron coronados como los ganadores de la Verbena del Mantón 2022. Para ellos fue Escudo de Ramales de la Victoria tallado en plata que les entregó el propio alcalde, César García. La pareja reconocía su orgullo por ganar un certamen que en el pueblo tiene mucho arraigo. Y confesaban que su escuela de baile fue la propia calle, donde aprendieron de sus mayores a ejecutar con la mejor actitud y plasticidad los bailes. En el caso de Juan José, los recuerdos se remontan a su niñez, cuando en pantaloncitos cortos se recuerda junto a la antigua fuente de hierro.
Las manecillas del reloj marcaban la 1:30 de la madrugada, y para entonces el organillo se había encargado de desgranar media docena de melodías con su inconfundible sonoridad de agudos campanilleos, mientras las historias se desparramaban junto a una fuente de coloristas chorros en una noche inolvidable. Al frente del organillo ejerce desde hace una docena de años el popular Manuel Fernández 'Tano', un policía local ya jubilado que tomó la alternativa de otros compañeros suyos como 'Cesarín', 'Victorín' y 'Toñines' que, en este caso, fue barrendero e integrante de la banda municipal. Otro personaje con solera es el fotógrafo local César Gómez, que lleva desde 1978 cubriendo cada edición. Ambos coinciden en señalar que es un festejo que está cobrando nuevos bríos. El cámara, buen fisonomista, detectó anoche a más de una docena de nuevas parejas, lo que es síntoma de renovación y vitalidad en el festejo.
Y a Tano los apuntes históricos se le escapaban con la misma generosidad con la que se aprestaba a hacer sonar a la joya instrumental que mimó con una delicadeza encomiable. Se trata de un organillo con 120 años de historia, fabricado por Luis Casali, que el Ayuntamiento adquirió allá por los años 20 del pasado siglo, y que hace 20 años sufrió una profunda renovación, que lo dejó impecable. Recientemente fue sometido a un tratamiento antihumedad, y ahora reposa en el bar de los mayores, protegido de los nocivos embates del frío. De ahí que sus composiciones, perforadas en un rodillo para que los clavos accionen los martilletes, suenen de forma sublime. «Hay que tener un poco de oído para darle la velocidad adecuada, pero no tiene más misterio», señala con humildad un Tano a quien también le tocó improvisar el mantenimiento de la fuente cuando sus chorros dejaron de emerger con fuerza. Fue sólo un pequeño paréntesis. Mucho más breve que esos dos años de ausencia obligada de esta fiesta que se celebra el sábado siguiente a la festividad de San Pedro, y que, salvo en contadas ocasiones como la presente, suele coincidir en el primer sábado de julio.
En cuanto a la forma de bailar, Tano reconoce que ahora «muchos bailan todo de la misma manera, pero antes se tenía muy clara la diferencia entre un tango, un pasodoble, un vals, un tango o un chotis». Este último, ejecutado en una baldosa, como mandan los cánones. En cuanto a los mantones, explica que son un patrimonio familiar que se hereda, y se va pasando de madres a hijas, manteniendo una tradición que permite contemplar lujosas filigranas tejidas en seda. Otra forma de recibirlos es alzarse con el triunfo en el apartado de mejor pareja local, caso de Matxalen Maza y Lucas Abascal, que se llevaron uno negro con coloristas motivos florales, sencillamente espectacular; o el que correspondió a Diana de Prado y Jorge Fernández por ser la mejor pareja joven local, bordado en un azul capaz de iluminar la plaza. Aunque para solera el que lució María Teresa Gutiérrez Ruiz, ganadora junto a su pareja Juan Miguel Pereda de uno de las clasificaciones previas, y que cuenta con 200 años de historia, a partir de cuando su tía abuela mandó confeccionarlo en Granada. Sin desmerecer al que Susana San Emeterio y Javier Samperio obtuvieron como vencedores del sorteo celebrado in situ. Una lluvia de reconocimientos y premios en el participar ya es en sí mismo un triunfo. Porque se entra a formar parte de manera directa en la historia viva de una tradición mágica y sorprendente llena de flecos apasionantes. La Verbena del Mantón. De Ramales de la Victoria.
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