Las águilas pescadoras ya están anilladas

«Es una noticia fantástica y muy importante para la recuperación de la especie, ya que estos dos nuevos ejemplares albergan esperanzas para que el águila pescadora poco a poco vaya recolonizando otros estuarios del norte de España, de donde desapareció», destacaba este miércoles el coordinador del proyecto en la zona, el naturalista Carlos Sainz.

Para anillar a las pequeñas águilas, la organización Bahía de Santander Ecoturismo (responsable del proyecto de recuperación de la especie en la Bahía de Santander) ha contado con personal de la Sociedad de Ciencias Aranzadi, que se encargan de otro proyecto de reintroducción del águila en la Reserva de la Biosfera de Urdaibai en Vizcaya. También han participado voluntarios del Osprey Centre con sede en Rubayo (Marina de Cudeyo).

Según se explica desde Ecoturismo Bahía de Santander, la invitación a los científicos vascos ha sido «una forma de corresponder, sin duda, al esfuerzo hecho por el personal de la reserva vecina». Y es que, el macho que se fijó en la Bahía de Santander en 2017, Txuriko, es un ejemplar escocés nacido en 2013, cambiado de localización ese mismo año a la Reserva de la Biosfera de Urdaibai. Por otro lado, la hembra Landa es de origen francés, y fue también trasladada como pollo en 2018, en este caso desde el Bosque de Orleans, a las Marismas D`Orx, relatan.

Según añaden los responsables del proyecto, esta sexta temporada de cría ha finalizado «con éxito», y estos dos primeros pollos «alzarán en unas dos semanas» el vuelo en la Bahía de Santander. Este hito conseguido supone «el inicio de la recolonización de la especie en la cornisa cantábrica, una población que servirá de puente entre las colonias reproductoras más próximas en Francia y Andalucía», afirman.

El águila pescadora se extinguió a principios de los años ochenta del siglo XX en toda la península. En los últimos años, gracias a programas de reintroducción, se ha conseguido que varias parejas se reproduzcan con éxito en Cádiz y Huelva. El hecho de que se haya conseguido hacer el nido de la Marisma del Conde, es otro logro importante para el proyecto cántabro ya que, hasta hace poco, la población española de la especie se limitaba a «unas pocas parejas» que anidaban en las Islas Baleares y las Islas Canarias.

También recuerdan que la Bahía de Santander es una de las localidades del norte de la península Ibérica donde todos los años se registran citas de esta especie, durante la invernada y los períodos migratorios y los últimos 6 años además con ejemplares estivales.

Este tipo de águila es una especie en peligro de extinción, por ello los responsables del proyecto, dado que aún no se han implementado medidas de conservación, piden ahora a las autoridades competentes que pongan en marcha «el Plan de Conservación de la especie, como le corresponde por su categoría, con sólo 18 parejas en la España peninsular», explican.

Aluden a que durante las pasadas temporadas de seguimiento se han observado «diferentes actividades perturbadoras» que se deberían evitar, como la intrusión en la zona de los nidos (de reproducción) de personas y embarcaciones o los ruidos excesivos», citan.