El IX Rallye Clásicos Solidarios de la Copa de Escuderías hizo rugir sus motores en Puente Viesgo

El IX Rallye Clásicos Solidarios de la Copa de Escuderías hizo rugir esta vez sus motores en Puente Viesgo, un municipio que recibió «con los brazos abiertos» tanto a organización como a participantes para disfrutar «de un entorno único», como destacó el alcalde de la villa, Óscar Villegas.

La gran familia de los rallyes de regularidad no faltó a la tradicional cita con el evento solidario que cada temporada ponen en marcha los clubes organizadores de la Copa de las Escuderías de Clásicos de Cantabria. Una prueba que pasaba de su fecha habitual de diciembre a primeros de enero, y que tuvo como gran revulsivo su nueva ubicación, Puente Viesgo.

Óscar Villegas y los concejales Ana Belén Salmón y Julián Ruiz arroparon a los más de 70 equipos en liza durante el animado banderazo de salida, situado en el Ayuntamiento, así como en la entrega de trofeos celebrada en las instalaciones cedidas por el Hotel Balneario de Puente Viesgo.

En lo deportivo, la meteorología dio una tregua el sábado de competición y todo se desarrolló con absoluta normalidad a través de los siete tramos disputados. Un rallye que servía de prueba perfecta para debutar y ganar adeptos de cara el resto de pruebas oficiales de la temporada.

Tras un total de 76 controles secretos computados, el triunfó recayó en manos de Patxi Ulibarri y Fernando Macho, que a lomos del mítico Ford Fiesta XR2 de 1985 finalizaban con 35.6 puntos de penalización en su casillero. Muy cerca de los vencedores y con 37,1 puntos terminaron Rodrigo Posada y Alberto Martínez con otro de los Fiesta presentes, siendo terceros (tanto de la general como del apartado Copa) los incombustibles Sergio y Ricardo Corrales con 68 puntos.

En el apartado Open, reservado a los equipos que no portan instrumentación adicional a la de serie de sus vehículos, los mejores fueron Víctor Álvaro y Rubén Álvarez con un precioso Mini Morris de 1969. El cuadro de honor lo completaban José Aurelio Díaz con Gema Herrera en el Ford Escort RS turbo, seguidos de Raúl García y Carlos Echevarria sobre un Rover 216 GTI.

En féminas, Amanda Conde se impuso en la clasificación de pilotos, siendo Rosa Valdés la mejor entre las chicas en el asiento derecho.

Más allá de la pugna en lo deportivo, la organización cumplía con creces el objetivo de recaudar una cantidad importante de alimentos no perecederos aportados por los participantes con destino a Cruz Roja y Cáritas de Puente Viesgo.

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