El acondicionamiento del puerto de La Pozona en Miengo ya está en marcha

Desde las antiguas canteras de Cuchía ya se avistan las excavadoras retirando el material de la antigua escollera del puerto de La Pozona. Piedras que fueron allí colocadas, una a una, por los pescadores y aficionados a la mar que se veían obligados a fondear en la ría de San Martín con sus embarcaciones al no tener alternativa. Poco a poco acabaron habilitando un puerto allí con pantalanes incluidos, pero sin papeles. Hace unos años se constituyeron en la Asociación La Pozona para dejar de ser ilegales, una 'documentación' que les ha costado décadas obtener, pero que ya tienen.

Ahora, la Consejería de Fomento, que preside Roberto Media, ha dado prioridad a los trabajos para acondicionar el puerto. Se trata de una primera fase que contempla, entre otras actuaciones, la retirada de esas piedras tan simbólicas para el colectivo de La Pozona, que llevaba años reivindicando ejecutar un abrigo de mar en condiciones dignas para ellos. Con un presupuesto de 170.555 euros se está haciendo allí una nueva escollera y también se va a mejorar el perímetro de la instalación marítima. En concreto, la actuación consiste en recrecer los dos tramos de escollera que definen la bocana al refugio. El situado aguas abajo en una longitud de 40 metros y el ubicado más arriba de la entrada portuaria, de una longitud de 115 metros. Se dotará también de balizas de señalización y seguridad a la zona para guiar a las embarcaciones con el objetivo final de que, poco a poco, La Pozona «goce de los servicios imprescindibles propios de un puerto», prometieron los responsables políticos.

Al margen de estos trabajos, el Gobierno de Cantabria tiene previsto gastarse en este espacio hasta «tres millones de euros» en esta legislatura para terminar de acondicionar La Pozona. Entre otras actuaciones prometidas está el arreglo de los pantalanes, la mejora del calado para las embarcaciones, responder a la necesidad de acondicionar los accesos al puerto y un aparcamiento. Todas ellas son reivindicaciones de los usuarios y fundadores de este refugio de mar, el octavo que tiene registrado la comunidad autónoma.

Resta por materializar ese compromiso de continuidad en papel, con nombre y apellidos. Eso se hará, dentro de unos días, en el plan de puertos 2025-2032.