Adiós al empresario Delfín Cruz González

Allí adquirieron experiencia en el sector, y recién iniciada la década de los sesenta, José Luis emigró a Australia y Delfín se quedó en Cantabria, donde alternó su trabajo en la construcción con la recolección de algas, para lo que se asoció con Antonio Fernández, Toñón 'Antonino', siendo pioneros en la comercialización de la caloca con destino a la cosmética industrial. Delfín compró tres barcos, anclados en San Vicente de la Barquera, con los que se convirtió ya en un empresario adinerado. Fue entonces cuando se inició la construcción civil en Suances, convirtiéndose en uno de los empresarios más conspicuos de la villa marinera. Hombre afable, amigo de sus amigos y extremadamente familiar –junto a su esposa María del Carmen Alonso– formó una bonita familia pero su vida se vio afectada por la prematura muerte de su hijo José Luis que, con 16 años, falleció en un accidente. Persona valerosa, siguió su empresa en la que participan sus hijos Delfín, Rafael y Sergio. Fue un hombre generoso habiendo dejado en su villa servicios cívicos que regaló para la formación y el disfrute de sus vecinos. Colaborador en cuantos eventos deportivos y sociales le pedían sus convecinos. Su familia regenta negocios de hostelería en Suances, como 'La Atalaya', de sus hijos, o el complejo Sidney administrado por su hermano José Luis y su sobrina Mareli.