Los alcaldes del PRC del valle de Iguña se quejan por la falta de servicios

El alcalde de Bárcena y su hermana, la alcaldesa de Molledo, Verónica Mantecón (también del PRC), están indignados por el cierre puntual de los consultorios médicos y la gestión de la Consejería de Salud en este aspecto. Aunque entienden que contratar a un médico de una ciudad para que se traslade a un pueblo «es desvestir un Santo para vestir a otro», se quejan porque «el daño que nos causan es enorme, tanto por las personas que enferman de forma puntual, como por todos aquellos pacientes que requieren de una atención médica con mayor frecuencia, o a los que hay que hacer un determinado seguimiento». Estas personas, alegan,«se ven desamparadas cuando les quitan su médico de cabecera, ya sea el titular o un suplente», apunta Mantecón.

Los dos regidores regionalistas coinciden en que la decisión delEjecutivo regional «perjudica» a la Cantabria rural y más ahora, «cuando son muchas las familias que vienen de la ciudad a pasar el verano en los pueblos, así como los turistas que eligen estos lugares para descansar». «Estamos dando muy mala imagen en estos municipios en respuesta al tan traído y llevado riesgo de despoblación», insisten.

Por su parte, Verónica Mantecón pide unión a los alcaldes del mundo rural para defender algo que, considera, «está por encima de las siglas». Habla de la sanidad, pero también de otras necesidades de los entornos rurales, «que luchan por conseguir ayudas para mejorar los abastecimientos de agua, el saneamiento, la electrificación o la llegada de las nuevas tecnologías».

El alcalde de Bárcena incide en otra cuestión, «la alta media de edad de la población». «Personas mayores que se sienten desprotegidas, además de la gran inquietud que les genera ya de por sí que no haya médico, una de las grandes preocupaciones de un mundo rural en el que parece que lo único que avanza es la edad».

El alcalde de Arenas de Iguña, Pablo Gómez, también regionalista, comparte la opinión de sus homólogos, aunque reconoce que, de momento, no tendrá problemas en cuanto a su consultorio. Tiene claro que el sistema de transportes planteado por el Gobierno para acercar a los vecinos que no dispongan de un facultativo en su centro «no es la solución» y reclama mantener los equipos médico y de enfermería.

Gómez incide en las medidas que los ayuntamientos pequeños tienen que tomar para frenar la pérdida de vecinos, «sin apenas ayudas». Actuaciones para anclar a familias jóvenes, con proyectos como la instalación de puntos de recarga de vehículos eléctricos. Destaca la llegada de los cajeros automáticos «de línea blanca» y propugna la creación de un polígono de servicios para abrir nuevas vías de empleo en un valle en el que apenas hay industria. «No debemos rendirnos, porque no queremos ser ciudadanos de tercera».