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La nueva alcaldesa de Santillana del Mar, Sara Izquierdo (PRC), ha presentado una denuncia ante la Guardia Civil por el «borrado masivo» de documentación municipal coincidiendo con el cambio del equipo de gobierno hace una semana. Según los informes técnicos de la empresa que ... gestiona la protección de datos en el Ayuntamiento (Seior), han desaparecido 15.000 archivos que corresponden, en su mayor parte, a «carpetas anuales» de resoluciones de Alcaldía desde 1995 a 2023. También se han volatilizado «todos los plenos», desde 1980 a 2023, o documentación de muchos departamentos municipales como Urbanismo, Personal, Recaudación o Juventud, entre otros.
El pasado 6 de junio, la regionalista Sara Izquierdo tomaba posesión de su cargo de alcaldesa con el apoyo de sus socios de Alternativa Vecinal Independiente (AVI) y del Partido Popular. Relevaba en el cargo al socialista Ángel Rodríguez que se marchaba a casa tras avanzar denuncias a la Fiscalía contra la nueva regidora y el portavoz del PP. En ese pleno, Rodríguez apenas habló pero sí lo hizo Izquierdo para defenderse de las acusaciones previas y, también, el portavoz de AVI, Agustín García. Este último avanzó parte de lo que ahora está encima de la mesa, preguntando al equipo saliente por el contenido de «muchas cajas» que habían salido del Ayuntamiento los días previos.
6 de junio El tripartito arrebata la Alcaldía al PSOE y, hora y cuarto antes del pleno, se registra el borrado masivo.
7 de junio El secretario informa al nuevo equipo de gobierno de la pérdida de más de 15.000 documentos.
Unos interrogantes que iban más allá de la mera sospecha al día siguiente, cuando la alcaldesa se sentaba con su equipo a diseñar las acciones de gobierno. En ese momento, el día 7, es cuando el secretario municipal «nos comunica que han desaparecido documentos de varios departamentos» que estaban en los equipos informáticos, algunos de ellos de las «carpetas compartidas». A partir de ahí, y ante la «grave pérdida de datos» y la posibilidad de que pueda derivarse «alguna responsabilidad» por ello o se trate de una «sustracción» de los mismos, se pide un informe a la empresa de protección de datos. La misma realiza un barrido que solo contempla «las últimas 22 horas», es decir, lo ocurrido un día antes (el mismo día de la moción). En dicho documento técnico se recoge que la mañana del 6 de junio, una hora y cuarto antes del cambio en el gobierno local, alguien «accede y borra» todos los archivos «dejando los ordenadores vacíos». Según ese mismo informe -en el que se basa la denuncia presentada por la nueva regidora- el ordenador desde el que se accede es el de la Concejalía de Juventud, cuya titular en ese momento es Paula Pérez.
En la denuncia presentada por la alcaldesa de Santillana, se reproduce además el testimonio del secretario municipal que, supuestamente, le explica al nuevo equipo que, el 9 de junio, con motivo de las elecciones europeas, se encuentra con la ya extitular de esa Concejalía y que esta le comenta que «ha oído por la calle que se han borrado datos». Tras ello, la citada edil presenta un documento de «disculpa» por registro electrónico en el que reconoce que había borrado documentación y agrega que lo hizo «para evitar que el nuevo usuario no tuviera complicaciones a la hora de utilizarlo». También reconoce que en ese proceso cometió «un error» y se eliminaron «ciertos documentos que se encontraban en su ordenador».
Pese a esta primera versión de la concejala, la alcaldesa explica que el informe elaborado por la empresa Seior que posee el Ayuntamiento señala que «la denunciada» ha accedido «carpeta por carpeta del archivo común» y que esa acción causó después la «desaparición» de los mencionados «15.000 archivos».
También alerta el nuevo equipo (PRC, PP y AVI) que la empresa que realiza el informe advierte que «es imposible determinar un número concreto» de registros con «datos personales afectados» y que se han encontrado, además, todos los mensajes de correos electrónicos «borrados», a excepción del de la alcaldesa, que fue destituida de su anterior responsabilidad como teniente de alcalde el 27 de mayo de 2024. «Me retiraron todas las competencias al presentar la moción, yo no podía acceder», insiste Izquierdo.
La alcaldesa explicó ayer a El Diario Montañés que el Ayuntamiento tiene una «copia de seguridad» pero que hay que esperar a que «pueda ser restaurada», un proceso que «llevará tiempo» y que va a «ralentizar mucho» el funcionamiento del Consistorio. Asimismo, la regidora muestra su preocupación porque esa información haya podido ser «sustraída» ya que antes de la moción de censura se solicitaron memorias USB al departamento de Servicios. Al tiempo, recalcan desde el tripartito que siguen sin entender por qué borraron los documentos ya que «la información personal» a la que se alude en el escrito de disculpa del supuesto error de la concejala Paula Pérez «no debe de estar en los servidores municipales» ni se debe copiar.
Donde unos ven un posible delito, otros lo explican como una fatal equivocación de alguien que no domina la informática. Paula Pérez es la concejala socialista que hizo el borrado de su ordenador, pero asegura que no tenía intención de cargarse los 15.000 documentos. Explica que lo único que quería era quitar cosas «personales» como «cuentas» o fotos de sus hijos «del salvapantallas» tras cinco años en el Ayuntamiento. Asegura que su intención era quitarlo y le preguntó al informático si lo podía «resetear». Este le dijo que «no hacía falta» y que solo tenía que borrar. Paula vació todo el escritorio, incluida la carpeta compartida donde iban los documentos. Tras esa limpieza, que ella creyó que era correcta, fue cuando se enteró por la calle de lo que había pasado: «La gente me decía: ¡la que has liado Paula!, y yo no era consciente. Nadie me había llamado para avisarme». Dice que llamó al secretario el mismo «viernes» y este le contestó que la llamaría. «Y como no lo hizo me quedé tranquila; no sería para tanto». No obstante, el día de las elecciones le volvió a preguntar y, según su versión, el técnico le quitó hierro al asunto porque había «una copia» y le recomendó escribir la carta de disculpa. «Yo lo único que puedo decir es que en ningún momento lo he hecho con mala intención y que pedí perdón», insistía a preguntas de este periódico. Añadía otro dato a tener en cuenta: y es que si ella había podido borrar por «error» esos documentos «tan importantes», cómo era posible que no estuviesen mejor custodiados y los tenga «todo el Ayuntamiento».
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