Secciones
Servicios
Destacamos
La pregunta no es por qué Cartes tiene el árbol de Navidad más alto de Europa. La cuestión es por qué no iba a tenerlo si disponía de todo lo necesario para levantar una estructura colosal con la mayor garantía. Y, sobre todo, si contaba con los arrestos necesarios de las dos personas que tomando un café, uno por otro, el otro por el uno, primero en broma, cada vez más en serio, se plantearon el hacer historia. Ejemplo de colaboración de lo público y lo privado, Agustín Molleda, alcalde, y Adrián Gómez, empresario, lo son también de implicación con el lugar en el que desarrollan su vida.
Noticia relacionada
Ángela Casado
Con el éxito ya en la mano, en Cartes no olvidan que en buena medida ese logro se debe al «compromiso empresarial y humano» de AGZ Construcciones Modulares y su máximo responsable, Adrián Gómez Zuloaga, respondiendo a un desafío entre el Ayuntamiento y la empresa «para poner de su parte trabajo, inversión, dedicación e ilusión», como decía la otra parte implicada, el alcalde. «En momentos complicados es cuando hay que agudizar el ingenio y esta es una maniobra de ingenio por mucho que algunos vean una machada en este desafío. Para nada, cuanto más alto, más búsquedas en la web sobre dónde hospedarse, dónde comer en Cartes», explica.
Noticias relacionadas
Álvaro Machín
Alberto Aja
Pero también sobre la empresa de Adrián Gómez Zuloaga, la responsable de montar paso a paso, de alzar metro a metro una estructura envidiada ya por municipios que no dudan en solicitar, para el año que viene, un árbol de las mismas características. Y desde luego material tiene de sobra. Y varias propuestas ya.
De hecho tiene experiencia en el montaje de soportes para gradas, escenarios. Y el año pasado ya montó un par de árboles de Navidad en Cartes. «Ahí vimos las posibilidades que teníamos para convertir los dos árboles en uno más alto». Y, asegura, «desde luego en Cartes». «El árbol que teníamos montado en primer lugar este año era poco más de un día de trabajo, llegamos a los 45 metros y ya estaba, sin ánimo de superar a nadie». Ascendían por encima de los árboles de ciudades como Vigo y Badalona, pero surgió el de Granada, que superaba los 50 metros. «Este tipo de andamiajes tiene muchas posibilidades. Sabíamos que podía subir más». Tiene claro que esa estructura modular es «prácticamente infinita, en función del diseño que hagamos podemos subir a cualquier altura». Y ya se plantea que 100 o 120 metros están a su alcance. «Sin problema».
Llegaron hasta los 66 metros, 37 toneladas de material, acero galvanizado en caliente, una carga ínfima para un material con mucha rigidez y mucho soporte.
El diseño del árbol no es un capricho. Hay un equipo de ingenieros detrás. Un diseño que se basa en las diagonales, las que dan rigidez a la estructura. Ingenieros que han hecho los cálculos, incluso con simulaciones de viento extremas, «y lo máximo a lo que se ha llegado es a que la punta pueda desplazarse 18 centímetros, que en una altura de 67 metros no es nada». «Tenemos el material suficiente para eso y más», asegura. En verano se utiliza buena parte en conciertos y eventos de todo tipo, pero en invierno está parado. «Eso nos permite aprovecharlo en diciembre y enero, disponer de ello para el árbol, porque si no estuviera aquí, estaría en mi nave parado». Tanto material que «podríamos tapar el sol».
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Mikel Labastida y Leticia Aróstegui (diseño)
Óscar Beltrán de Otálora y Gonzalo de las Heras
José A. González y Álex Sánchez
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.