Y si el árbol de Cartes tuviera una cafetería

Pero no quedan ahí los datos. Es evidente la repercusión económica en la hostelería, pero el Ayuntamiento quiere algo concreto sobre ese impacto económico y, para ello, ha remitido una encuesta a 85 establecimientos de distintos servicios. «Más allá de que es evidente que nos ha ido bien, queremos tener datos concretos», menciona al detallar que interesa saber «ya no solo el impacto económico en el bolsillo del empresario, sino en cuanto a la creación de empleo». Y ahí ya manejan los primeros datos a través de la Agencia de Desarrollo Local: se han firmado para estos días más de 35 contratos de trabajo en distintos ámbitos.

En el otro lado de la balanza, Molleda asegura que en ese mes no se ha tenido que anotar ningún incidente preocupante más allá del dron que se empotró en el árbol. Algo que lleva al alcalde a agradecer la labor de distintos cuerpos de la Guardia Civil garantizando la seguridad.

Pasado ese mes, «lo primero que se me ocurre decir es la verdad. He dormido poco o nada porque nadie, nadie, fue capaz de visionar el impacto que iba a tener el árbol, no se veía venir, nadie lo pensó. Cuando te pasa esto y te ves sobrepasado en un municipio con 6.000 habitantes sin suficientes herramientas, con tres agentes de Policía, una pequeña agrupación de Protección Civil, con la plantilla que tenemos, pues no puedes más que reconocer que nos vimos rebosados». La respuesta fue «mucha entrega, mucho trabajo y muchos esfuerzos que agradezco a todos, a los mencionados, a la Guardia Civil y a los vecinos por su paciencia».

Sobre el «secreto» del éxito, tiene dos consideraciones. La primera, apunta, «la fusión de lo público y lo privado, la que puso los cimientos y que, adelanto, tendrá continuidad en los próximos años». En ese campo el agradecimiento de Molleda es para el empresario Adrián Gómez, responsable de AGZ Construcciones Modulares, quien dio forma a la gran estructura: «Lo que digamos de él será poco, y nuestro agradecimiento se quedará corto».

El otro secreto, la altura del árbol. «Nunca fue una competición y quien no lo entienda tiene un problema, no rivalizamos con nadie, de una idea surgió una oportunidad y está claro que teníamos gran parte de razón», afirma el alcalde. Pero en ese punto reconoce que «al principio hubo un desafío con la altura, no era una competición, pero no nos vamos a engañar, si no hubiera sido el más alto no habría sido lo mismo, no contaríamos 117.000 personas sino 17.000». Como mejores complementos a esa altura, «la difusión mediática, el protagonismo en toda España del árbol», el programa de actividades y «la belleza de Cartes y su inmejorable situación y comunicación por carretera con cualquier sitio».

La planificación de la Navidad para el año que viene ya ha comenzado y se empezará a fraguar tras el desmontaje. En esa planificación entran ya dos cuestiones. El «avance» en lo ya hecho, con un árbol mayor, visitable, incluso con una planta cafetería como posibilidad. Un tamaño que obligará a levantarle en otro lugar. Nuevos alicientes en el programa, rutas, elementos novedosos y virtuales. «Tenemos gente ya interesada en invertir en la Navidad cartiega y ahora hay que planificar cómo financiarlo siempre en esa fusión de lo público y lo privado», razona Molleda. «No podemos permitirnos el lujo de dejar de soñar», destaca.

Y se estudia la resolución de algunos problemas. Se está manejando la posibilidad de dotar a los vecinos de una tarjeta que agilice su tránsito por el pueblo y buscar nuevas y grandes zonas de aparcamiento, no necesariamente en Cartes, con lanzaderas desde los lugares elegidos. Los empresarios ya esperan esas novedades. En La Taberna de Corocotta o en el Peter y Pan, Jorge Gutiérrez y Omar García, respectivamente, coinciden en que la repercusión en sus negocios ha sido «impresionante».