Cáritas de Los Corrales sale a la calle para reponer sus maltrechas despensas

Cáritas Parroquial de Los Corrales de Buelna volverá a la calle este viernes y el sábado para paliar en la medida de lo posible el déficit con el que termina un año en el que se han superado ya el centenar de familias atendidas a diario. «Es raro la semana en la que no llega una nueva familia a la que atender, mayoritariamente de aquí». Así lo ha explicado el presidente de Cáritas, Ramiro Pérez, «preocupado», por la cada vez más presencia de personas del pueblo en esas listas de familias necesitadas. «Son personas con ingresos mínimos y gastos fijos que no tienen margen para nada: nosotros hacemos lo que tenemos que hacer, lo que hemos hecho siempre, garantizar que al menos no les falten alimentos».

En lo que va de este año han ingresado en sus cuentas poco más de 16.000 euros y a estas alturas los gastos superan con creces los 28.000. Pero en Cáritas miran el futuro con optimismo porque confían en que, «como siempre», la campaña de Navidad paliará ese desajuste en las cuentas y les permitirá seguir atendiendo a las cerca de 400 personas que requieren de su apoyo en el día a día.

Cada semana preparan cestas de alimentos de primera necesidad para cada una de las familias atendidas, lo básico para ese tiempo, teniendo en cuenta las características de cada grupo de personas, en la medida de lo posible. Compran leche y aceite en cantidad, pasta, arroz, para que no falte, pero la despensa de Cáritas en el antiguo asilo San José asusta por los huecos que se pueden ver en unas estanterías siempre llenas. «Lo tenemos que comprar todo nosotros con nuestros recursos y así estamos». En los próximos días les llegará la aportación de la Operación Kilo del colegio La Salle y otras entregas de centros educativos, pero las necesidades son mayores que otros años.

Por eso saldrán a la calle viernes y sábado. El objetivo es recoger alimentos en dos supermercados del centro de Los Corrales de Buelna, Eroski Center Consum, en la calle 2 de Mayo, y Lupa, en la Avenida Cantabria. En las entradas de los centros colaboradores se colocarán carros de compra identificados para depositar los alimentos no perecederos que cada cliente prefiera. Para facilitar la elección, desde Cáritas proponen aceite, productos de alimentación básica no perecederos, artículos de higiene infantil y productos navideños. Estos últimos formarán parte de las cestas navideñas que se entregarán a final de mes a cada familia «para llevar también algo de alegría a familias necesitadas también de algo más que alimento». Como necesidad, también apunta a la de voluntarios que les echen una mano, «algo que siempre nos viene bien, especialmente gente joven».

Ramiro Pérez afirma que, por el contrario, están más que sobrados de ropa de todo tipo y para todas las edades. También ha señalado que, tras muchos años sin recibir ninguna ayuda del Ayuntamiento, este año percibirán una subvención de 2.000 euros, en respuesta «a una situación complicada, la de las personas, a veces sin papeles, que no tienen otra forma de garantizar siquiera su subsistencia». También La Caixa ha aportado 3.000 euros «que nos han venido muy bien» y «confiamos en la generosidad habitual de los corraliegos en estos días».

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