Carmen y Pablo vuelven a su casa de toda la vida

El proyecto le pareció magnífico y decidió ponerlo en marcha en su pueblo, en Los Corrales de Buelna, con la esperanza de que más pronto que tarde otros sigan su ejemplo. Como recuerdo de sus difuntos abuelos, a Iván Saiz le apetecía que la figura de sus antecesores estuviera en la casa que ellos construyeron con sus propias manos y en la que vivieron toda su vida. Los vecinos lo tienen claro, «todo un bonito recuerdo y también un homenaje», reconociendo además que «sin duda, la idea da más vida y alegría a cada hogar». Les gusta mirar hacia la casa y ver el gran retrato, sonríen y esperan que cunda la iniciativa y que ellos mismos tengan pronto su cuadro.

Es echar la vista atrás, a un momento y un espacio, decía la autora del cuadro, una artista reconocida en Cantabria como Paula Díaz. Una forma, según reconocen todas las partes, de «escribir la historia del pueblo», rememorando a muchos de los vecinos que hicieron prosperar el municipio. «Es muy agradable ver sus rostros y la ropa de la época» señalaban las vecinas más próximas a esa casa. En el cuadro ellas ven a sus vecinos de toda la vida y los recuerdos se agolpan.

La imagen de Carmen Lavín y Pablo Saiz se ve desde el camino de subida a los números impares del barrio de La Cuesta, siguiendo el itinerario habitual, por ejemplo, de la San Silvestre corraliega, y muestra a ambos, ganadero él, ama de casa ella, arreglados para un día de fiesta, con sus mejores galas, preparados para la celebración que estaba por venir en el patio de su casa, la misma en la que se levanta ahora el retrato.

Iván contactó con Paula, le contó la historia y la artista se mostró encantada con el encargo. Buscó materiales para un retrato de gran tamaño y aptos para exterior, los compró todos en Los Corrales de Buelna y Cartes por deseo propio, y en tres meses tenía acabada la obra.

Precisamente Paula Díaz centra buena parte de su trabajo en la memoria, la identidad y la comunicación. Tras su formación en la Universidad de Salamanca y la Pontificia Universidad Católica de Chile ha expuesto en Ecuador, Reino Unido y España, siempre con gran éxito.

Tras ver el resultado Iván Saiz dijo estar «feliz» por la plasmación «bonita» de la idea. «Si Los Corrales se llenara de retratos, dibujos de su historia, sus vivencias, sus mercados, creo que ganaría mucho de cara a ser un pueblo atractivo y orgulloso de su pasado, algo tan fácil como mostrarlo a través de este arte urbano. Tanto con iniciativa privada como pública», dijo.

Paula Díaz reconoce que «era un encargo lleno de sentimiento por parte de quien lo pide y por mi parte, porque también eran vecinos míos». Al reto se unió el hecho de que le gusta trabajar en exterior, «la mejor sala de exposiciones posible».

El cuadro refleja, explicó, el espacio en el que se tomó en su día la fotografía que ha servido de modelo. «Los abuelos mirarán toda la vida hacia el Dobra, en el lugar en el que ellos posaron en un día, seguro, muy feliz, un día que ahora tendrá continuidad. La imagen refleja la vida, un espacio y un tiempo maravilloso».

Además, es su primer trabajo en exterior, «un reto que me gusta porque también permite afrontar un proyecto de economía circular, porque todos los materiales los he adquirido en Los Corrales de Buelna y Cartes, con lo que todo, principio y fin, habla de nuestra propia historia».