Un coche con tres ocupantes sale volando y entra en el consultorio de Cudón, causando importantes destrozos

Hay testigos que vieron a uno hacer una llamada de teléfono y que al rato otro vehículo fue a buscarlos y se marcharon de allí rápidamente. Pero dejaron la 'prueba'. El coche colgando. Así que encontrar al titular fue de lo más sencillo. Estaba en su casa y allí se presentaron guardias civiles, que le sometieron a las pruebas de alcohol y drogas y dio negativo en ambas. El joven les dijo que se marchó de allí «porque se asustó». Se han realizado las oportunas digilencias por el accidente y los daños causados.

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Todo ocurrió sobre la una y veinte de esta madrugada, cuando este Renault Megane de color negro protagonizó un siniestro que sacó de la cama al vecindario. «Fue un impacto terrible. Ha hecho añicos una señal de tráfico. Calculo que voló literalmente una quincena de metros y entró en un pesebrón de más de un metro. Está todo destrozado», ha contado a este periódico el concejal de Seguridad de Miengo, Juan Montes, que este domingo por la mañana se desplazaba hasta el consultorio de Cudón para supervisar las labores que se han tenido que llevar a cabo para evitar saqueos. Han retirado de allí los ordenadores, desfibriladores, otros aparatos del consultorio, documentos confidenciales y los medicamentos para dejarlos a buen recaudo en el centro cívico de Cuchía. El boquete que formó el coche en el ventanal del consultorio será tapado con paneles de madera hasta que pueda reconstruirse.

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Una grúa procedió a retirar el coche pasadas las dos de la madrugada, unas tareas que contaron con el apoyo de voluntarios de la Agrupación de Protección Civil de Miengo, que fueron avisados por el 112 y se presentaron allí de madrugada. Vieron el Megane «literalmente dentro de la sala de espera», a donde fue a parar, explican, «porque la acera les ha hecho de trampolín». Los daños son muy cuantiosos, según indican, «porque ha arrancado de cuajo el ventanal». Como no podían irse de allí dejando todo abierto, ya de madrugada estos voluntarios, en acuerdo con la Guardia Civil, sacaron todo el material de valor para que pudiera custodiarse en un lugar seguro a la espera de que se haga cargo de ello el Servicio Cántabro de Salud.