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El titular del Juzgado de lo Contencioso Administrativo Nº1 de Santander, Juan Varea, ha condenado al Ayuntamiento de Los Corrales de Buelna a indemnizar con 30.887,83 euros a un ciclista por los daños físicos y económicos que sufrió como consecuencia de la caída ... que le provocó una arqueta hundida, en el transcurso de una prueba deportiva en la que formaba parte de la organización.
Los hechos sobre los que versa esta resolución se remontan al 20 de mayo de 2018, sobre las 11.15 horas. Ese día se disputó una carrera de ciclismo adaptado en la que el denunciante, que es ciclista profesional, colaboró en la organización. Al finalizar la etapa, y mientras realizaba el recorrido en sentido inverso, este colaborador metió la rueda de su bicicleta en una arqueta que estaba hundida, situada en el túnel de la calle Industria. Al parecer son varios los vecinos que se han quejado tras caer en esa misma zona, «lesionándose de gravedad», según apuntan desde Gustavo Merino Abogados, el bufete que ha ganado este caso.
En la sentencia, a la que ha tenido acceso El Diario Montañés, el magistrado Varea señala que «ha quedado acreditada la lesión que sufrió el demandante a la vista de los informes médicos aportados, de urgencia y de alta, y pericial. Realmente no se discute que se cayera de la bici el día de los hechos».
Respecto a la relación causal del estado de la vía, el juez señala que queda probada la caída en la vía pública citada, en el lugar en el que se tomaron las fotografías. Además, no solo un compañero del ciclista declaró sobre la causa, sino también un tercero, «totalmente imparcial», que viajaba detrás en moto y que aseguró que había visto caer al chico tras «pillar» la arqueta con la rueda. «Señaló que el ciclista no circulaba de forma incorrecta ni con exceso de velocidad, pero el estado del túnel, por esa y otras arquetas, era peligroso».
Además, del estado de la arqueta hundida da cuenta la fotografía aportada, pero también el testimonio del Jefe de Obras del Ayuntamiento, que procedió a su inmediata reparación, al menos, provisional, rellenando ese hueco, y declaró que el estado de la arqueta era malo, y la que provocó el accidente, «la peor», por ello las motos de la organización la señalizaban. Con todo esto, el magistrado concluye que «el daño no es consecuencia de un riesgo ni de la circulación, sino por una omisión de mantenimiento».
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