El contrato para dragar la dársena del puerto de Suances queda desierto

Este es el caso de Gabriel San Miguel, que posee una embarcación de más envergadura y está «constantemente pendiente de las mareas». Ambos califican la situación de «vergonzosa» y afirman que el puerto suancino está «dejado de la mano de Dios». Al problema del dragado de la dársena suman la situación de la bocana de la ría donde «la draga no baja ningún día a trabajar y está siempre en Requejada atracada». Concretamente, aseguran, «lleva más de un mes allí y se ha acercado únicamente tres o cuatro veces». En la misma línea, como propietario de un barco deportivo, José Fernández señala que con mareas grandes, su embarcación y todas las demás se quedan varadas, una situación que no entiende que no se remedio.

Por su parte, el alcalde de Suances, Andrés Ruiz Moya, que ayer lamentó «este contratiempo» y que se tenga que iniciar un nuevo procedimiento, supone que la oferta planteada en el pliego de condiciones «estará por debajo de las previsiones de las empresas». «El tiempo ideal para realizar los trabajos sería finalizado el verano, que es la previsión que había, pero de esta manera nos vamos unos meses más tarde», señaló ayer el regidor. Así las cosas, recordó que «el problema que tienen las embarcaciones, tanto deportivas como pesqueras, permanece e incluso se agudiza un poco más» y expresó su deseo de «que el contrato se agilice y se resuelva lo antes posible» por el bien de todos pero, «principalmente por los pescadores que salen todos los días para ganarse la vida».

El proyecto que ha quedado desierto y volverá licitarse preveía realizar un dragado específico en la dársena para restaurar los calados en las diferentes áreas. En concreto, se restituirían los 3,5 metros de calado en el área pesquera, 1,5 metros en el área deportiva y la transición entre los 3,50 metros del área pesquera y los 2,50 metros necesarios en la bocana de entrada a la dársena.